Por qué el estrés, la depresión y la ansiedad aumentan la posibilidad del COVID-19 prolongado

La pandemia también ha afectado nuestra salud mental. El aislamiento generó estrés, problemas de sociabilización y un estilo de vida más exigente. Padecer trastornos mentales también puede afectar al sistema inmunológico. Conoce cómo se relacionan el estrés, la depresión y la ansiedad con el COVID-19 prolongado.

PUEDES VER: COVID-19: Qué dice el estudio sobre el riesgo de sufrir miocarditis tras contraer el virus

Un estudio realizado por investigadores de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard a más de 54 000 personas con males psicológicos previos (ansiedad crónica, depresión y estrés) antes de infectarse del virus SARS-CoV-2; reveló que tenían un 46% más de probabilidades de desarrollar COVID-19 prolongado. Esto independientemente a otros factores de riesgo como fumar, asma o poca actividad física.

También se observó que había entre un 15%-51% más de riesgo de sufrir un deterioro en la calidad de vida tras el contagio. "La angustia se asoció más fuertemente con el desarrollo de covid prolongado que los factores de riesgo para la salud física como la obesidad, el asma y la hipertensión", declaró Siwen Wang, directora del estudio.

Deterioro del sistema inmunológico

Estudios previos han demostrado que una salud mental precaria deteriora al sistema inmune. El estrés, la ansiedad y la depresión debilitan nuestras defensas a través de la liberación de hormonas como el cortisol o la adrenalina. Las personas depresivas o con un estado de ánimo alterado perciben los síntomas de manera más intensa.

Es importante que sus familiares las apoyen para que pronto puedan retomar a sus actividades diarias. Es normal que una enfermedad desconocida nos genere incertidumbre; por ello se debe insistir en el abordaje psicológico con asistencia de especialistas y crear estrategias para adaptarnos a esta nueva normalidad.

Síntomas del Covid prolongado

Para saber si padeces del COVID-19 prologando es importante que estés atento a estos signos en tu cuerpo. No olvides realizar pruebas de descarte de manera recurrente:

• Cefaleas
• Dolores musculares y articulares
• Cansancio
• Disfunción cognitiva y niebla mental
• Alteraciones metabólicas
• Enfermedades tromboembólicas y mentales
• Malestar gastrointestinal
• Erupciones en la piel