Trastorno límite de personalidad: conoce cómo puedes regular tus emociones

El trastorno límite de la personalidad suele aparecer en las primeras etapas de la vida adulta. Existen distintas variaciones en su personalidad de acuerdo a las experiencias vividas.

A algunas les cuesta aceptar el hecho de que están solas o temen a un abandono imaginario. Por ello, se aferran a aquellos familiares, parejas o amigos que les generan comfort.

Sus relaciones con los demás suelen ser inestables e intensas. En algunos casos ponen a sus seres queridos en un pedestal, mientras que devalúan a los demás.

Suelen tener problemas de identidad y autoestima. En muchos casos actúan impulsivamente. Igualmente, pueden tener comportamientos que los lleven a intentos de suicidio o autolesiones.

Son inestables emocionalmente, por lo que reaccionan de manera intensa ante los estímulos. También se enfadan con facilidad y tienen problemas para controlar la ira.

Las personas con este trastorno suelen ser retraídas y les cuesta adaptarse a los entornos sociales. Conoce si lo padeces y cómo manejarlo.

Comportamientos y pensamientos en el TLP

Los pacientes con trastorno límite de la personalidad pueden sufrir cambios bruscos en su humor en un corto lapso de tiempo. Por ello, aparecen los pensamientos suicidas como una respuesta ante la desesperación.

Sus pensamientos y percepciones suelen estar distorsionados. A menudo tienen pensamientos negativos y creen que nadie se preocupa por ellos. También pueden escuchar voces fuera de su cabeza que los incita a hacerse daño.

En algunos casos, pueden acudir a actividades impulsivas que los aleje de su realidad como el consumo de drogas, alcohol y sexo irresponsable.

¿Cómo debe tratarse este padecimiento?

Generalmente, se trata con la ayuda de un psiquiatra y un psicólogo psicoterapeuta. Según la intensidad de los síntomas, el abordaje psicoterapéutico varía.

Si el paciente se autolesiona o tiene problemas para manejar sus emociones, se recomienda la convivencia en una comunidad terapéutica. Las terapias están orientadas a que el paciente aprenda a identificar y autorregular sus emociones. También lo ayudará a mejorar el concepto que tiene de sí mismo y las relaciones con los demás.

Para este tipo de casos se recomienda la terapia dialéctica conductual. Si no tienes acceso a un especialista de salud mental o tus síntomas son leves, te recomendamos practicar técnicas de relajación, mindfulness y arte.