Cenar temprano u omitir la cena por completo y ayunar hasta la mañana siguiente, combate el aumento de peso al reducir el hambre, aumentar la quema de grasa y mejorar la flexibilidad metabólica para quemar tanto grasa como carbohidratos.
Cenar temprano ayuda a perder peso y combatir el cáncer. Los hombres y las mujeres que cenan 2 o más horas antes de irse a dormir tienen un 26% y 16% menor riesgo de cáncer de próstata y mama respectivamente, en comparación con las personas que cenan justo antes de acostarse.
Evitar los alimentos al menos 2 o 3 horas antes de irse a dormir lo ayudará a optimizar su función mitocondrial, que es fundamental para tener una salud óptima y prevenir enfermedades crónicas.
En los últimos años, se ha vuelto cada vez más evidente que su cuerpo no está diseñado para funcionar de manera óptima si se le alimenta continuamente. Si come todo el día y nunca omite una comida, su cuerpo se adapta a la quema de azúcar como su principal fuente de combustible, que disminuye las enzimas que utilizan y queman la grasa almacenada. Como resultado, puede comenzar a aumentar de peso y los esfuerzos para perderlo suelen ser ineficaces.
Además, muchos procesos biológicos de reparación y rejuvenecimiento se llevan a cabo mientras ayuna, y esta es otra razón por la que comer durante todo el día podría desencadenar algunas enfermedades.
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Su cuerpo fue diseñado para atravesar etapas de ayuno. Como nuestros antepasados. Hoy en día, la mayoría de las personas hacen todo lo contrario: sus cuerpos queman principalmente carbohidratos, han perdido o deteriorado gravemente su capacidad para quemar grasa, y comen mucho, todos los días, durante todo el año.
El ayuno intermitente es un término que abarca diversos horarios alimentarios. Por lo general, implica reducir las calorías en su totalidad o en parte, ya sea un par de días a la semana, en días alternos o todos los días.