Bien de salud: ¿cómo estimular la memoria?

El Dr. Pérez Albela nos explica cómo mejorar la función y mantenimiento de la memoria.

Únete al canal de Whatsapp de El Popular
Doctor José Luis Pérez Albela.
Doctor José Luis Pérez Albela.Crédito: GLR

Durante períodos de fatiga o estrés, pueden ocurrir problemas de memoria: olvidos, concentración reducida o rendimiento reducido. Esto suele ocurrir sobre todo en adultos mayores de 70 años, pero también en estudiantes en etapa de exámenes. La nutrición, el sueño y la actividad física juegan un papel fundamental en el mantenimiento y mejora de esta función. 

Tome un desayuno completo: Los estudios muestran claramente que desayunar por la mañana disminuye los lapsos de memoria y la concentración: elija carbohidratos con un alto contenido de fibra como la avena, las frutas, el pan integral y reduzca todo lo que tiene azúcar refinada como las galletas o el pan blanco. Recuerde consumir grasas y proteínas saludables como el queso y el yogurt de cabra, mantequilla clarificada o ghee, frutos secos, almendras, nueces, castañas. 

Para el almuerzo y la cena elija alimentos ricos en omega-3, vitaminas B y hierro. Los seres humanos tenemos unos 100 mil millones de neuronas. Pueden conectarse entre sí a través de una vaina que los rodea, llamada mielina.

Como esta está compuesta principalmente por grasas, se recomienda consumir ácidos grasos omega-3 para fortalecer la estructura de las neuronas. Alimentos ricos en omega-3 son la soya (en forma de tofu es una excelente opción para veganos).

El aceite de linaza posee un 75% de omega-3 y un 25% de omega-6. Esta proporción a favor del omega-3 respecto al omega-6 ayuda a compensar el habitual desequilibrio entre estos ácidos grasos en nuestra alimentación. Un aliño para ensalada con este aceite es buena opción. 

Los estudios demostraron claramente que la memorización de nueva información tiene lugar durante el sueño. Es durante esta fase que se produce la “consolidación” de la memoria que permite el desarrollo de nuevas habilidades y la retención de información. Por lo tanto, la falta de sueño inhibirá el proceso de aprendizaje.