
Si haces deportes, probablemente ya has notado esas bebidas de color azul o verde: las bebidas energéticas. Sin embargo, no debes confundirlas con las bebidas energizantes, que las marcas a menudo intentan hacer pasar por similares y no son tan buenas para tu salud.
Los fabricantes de bebidas energizantes y bebidas energéticas suelen utilizar empaques llamativos y términos similares para captar tu atención, pero sus efectos en el organismo son muy distintos. Entender esta diferencia es clave para tu salud y tu rendimiento.
Estas bebidas, cargadas de azúcares, cafeína y estimulantes artificiales, no son recomendables para quienes practican deporte. A pesar de lo que sugiere su nombre, no mejoran el rendimiento físico. Al contrario: pueden deshidratar, alterar el sueño y afectar el corazón.

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Las bebidas energéticas reales están formuladas para atletas. Su objetivo es mantener la hidratación, sostener los niveles de energía y mejorar el desempeño durante el ejercicio. Aportan:
Complementa cualquier bebida con suficiente agua natural para optimizar tu hidratación.
Las bebidas energéticas son ideales para mantenerte hidratado.
Bebidas energizantes: no se recomienda su consumo regular, y mucho menos antes o durante la actividad física. Si decides tomarlas, hazlo de forma ocasional y con moderación, ya que un consumo frecuente puede afectar el sistema cardiovascular, el sueño y la salud metabólica.
Bebidas energéticas: su consumo debe estar vinculado exclusivamente a la práctica de ejercicio intenso o prolongado. Se recomienda tomarlas durante o después del entrenamiento, especialmente si dura más de una hora, para reponer líquidos, electrolitos y energía. No deben usarse como bebidas de consumo diario ni fuera del contexto deportivo.
Médico cirujano y Magíster en Medicina Natural por la Sociedad Española de Medicina Holística. Miembro de la Sociedad Peruana de Hipertensión. Fundador del Instituto Bien de Salud