¿Qué es la ecología profunda?

El término de “ecología profunda” fue introducido por primera vez a principios de los años 70, por parte de un filósofo, catedrático y alpinista noruego llamado Arne Dekke Eide Naess, quien desde joven se convirtió en un activista ecológico tras cuestionar los problemas ambientales que experimenta en el mundo.

Consideró que debía modificarse la forma superficial en que el ser humano abordaba las causas de los problemas ecológicos para asumir y entender que es éste quien ejerce ese impacto sobre su entorno.

Su sentido filosófico lo llevó a una nueva concepción sobre la vida y el entorno (que luego él llamaría ecosofía), buscando crear consciencia sobre la necesidad de entender que el individuo es parte de un sistema completo orgánico, en donde el entorno que lo rodea, el universo y el individuo en sí mismo son uno solo.

Es decir, no hay una separación entre el hombre y la tierra, ambos son uno solo, y cada uno tiene un rol respecto del otro, y una responsabilidad en su cuidado.

Encontró esta forma de entender el entorno integrado gracias a una “experiencia profunda” que le llevó a adquirir una “conciencia profunda” de la ecología, al experimentar una estrecha relación con la naturaleza, cuando construyó una cabaña en una montaña de Noruega central, donde pasó más de 10 años interrelacionándose en ese ambiente.

En este “enfoque profundo y espiritual”, la ecología y el individuo están interconectados y las respuestas a los problemas medioambientales deben surgir de una “conciencia ecológica” natural, rompiendo con los paradigmas culturales que han estados enraizados en el ser humano por milenios, en donde el hombre ha buscado el poder y el dominio respecto del resto existente.