Fiel hasta la muerte, así es el compromiso que han tenido estos perritos durante su vida. Las historias de Hachiko, Firuco y Canelo, son reales y conocidas por su nobleza con sus dueños en las situaciones más difíciles.
La relación entre un can y su amo puede ser verdaderamente especial, más que el contacto con otras mascotas, este vínculo es único y para toda la vida, incluso hasta después de la propia muerte.
Hay una diferencia si de amor se trata, cuando un dueño pierde a su cachorro cae en un profundo dolor que puede ser aliviado adoptando a otro fiel amigo; pero, cuando un perro pierde a su humano, este cariño no puede ser reemplazado y hasta los pequeños de cuatro patas pueden tener comportamiento que transciende toda lógica.
Los queridos de cuatro patas son capaces de guardar fidelidad y llevarnos siempre en su memoria, a pesar de tener un nuevo dueño, superando así las barreras del amor.
El cariño y compañía que proporcionan estos animalitos a lo largo de la vida pueden ser tan especiales que nos llegan a cambiar por compelto. A continuación conoce las historias de los perros más fieles, incluso después de la muerte.
Hachiko esperó por más de 10 años el regreso de su dueño Hidesaburō Ueno en una estación de tren en Shibuya, luego de su fallecimiento en Tokio por un accidente cerebrovascular en 1925. El pequeño tenía la costumbre de acompañarlo todos los días hasta su destino y, tras el suceso, aguardó fielmente el regreso de su amo soportando el cambiante clima y la falta de un techo que lo cobije.
Firuco es en realidad "Lucky", un tierno cachorro con aproximadamente 2 años de edad y fue albergado por los agentes de las Fuerzas Especiales de la PNP que lo encontraron abandonado cuando era un cachorrito. Este caso se hizo público tras ver al animal de cuatro patas en la puerta del Hospital Almenara de Perú, luego fue llevado a una veterinaria donde un agente que lo cuidaba explicó que se escapó tras perseguir a un policía que fue dirigido al nosocomio.
Se especulaba que el perro estaba a la espera de su dueño, que estaba internado a causa de COVID-19, pero esto fue desmentido por la esposa de uno de los agentes que lo cuidaba y será entregado próximamente a sus verdaderos dueños, según la periodista de ATV, Jacqueline Martínez, que estuvo pendiente del caso.
Canelo y su dueño lo hacían todo juntos, hasta acudir juntos al tratamiento de diálisis del humano, una vez por semana. Pero, llegó un día en que su amigo nunca salió del Hospital, tras fallecer a consecuencia de varias complicaciones médicas durante el tratamiento. El perrito esperó a su amo durante 12 años a las puertas del hospital, hasta que murió atropellado por las inmediaciones del edificio.