Comer un poco más cuando hace frío es algo normal, es una reacción natural del organismo frente a las bajas temperaturas; sin embargo, es importante tomar en cuenta una serie de recomendaciones para evitar subir de peso. A continuación te las compartimos.
El frío provoca un aumento en la producción de la hormona melatonina, encargada de regular el sueño, el descanso y también de disminuir la temperatura corporal. Cuando esto ocurre, el organismo siente la necesidad de ingerir más alimentos calóricos (altos en grasas y carbohidratos) para subir la energía. Basta tener una temperatura por debajo de los 36.5° C para tener la necesidad de comer dulces, pasteles, chocolates y azúcar.
Las bajas temperaturas también provocan cambios en las preferencias de las comidas. Hacen que se nos antojen bebidas y platos calientes y más elaborados. Por eso, hay que tener mucho cuidado si tenemos sobrepeso o queremos mantener un peso adecuado. Es importante no abandonar los
buenos hábitos de alimentación para evitar complicaciones con la salud a mediano plazo.
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En este contexto, se recomienda elegir entradas como sopa o crema de verduras, comer carnes magras de pollo, pescado y res, mantener un adecuado consumo de frutas, ingerirlas entre comidas e incluir una porción de cítricos. También es clave hidratarse correctamente. Infusiones, mates
calientes sin azúcar o bajos en azúcar, y caldos de vegetales son buenas opciones. Los frutos secos, compotas sin azúcar y/o yogur griego son alternativas sanas para consumir a media mañana o tarde.
La licenciada Karen Velásquez, nutricionista de la Clínica Ricardo Palma, aconseja lo siguiente:
Redactora para la web e impreso de “El Popular”. Me encanta entrevistar. Amante de los libros, el terror y Disney.