La población de Filipinas quedó alarmada al escuchar las escalofriantes órdenes del presidente del sur de Asia, Rodrigo Duterte, a los agentes policiales y el Ejército de "disparar a matar" a todas las personas que no cumplan con la cuarentena a causa del covid-19.
"No dudo. Mis órdenes son para la Policía y el Ejército. En caso de problemas o de una situación en que la gente se pelee y sus vidas estén en peligro, dispárenles a matar", afirmó el mandatario en un discurso televisado la noche del miércoles.
Asimismo, el mandatario indicó que la pandemia "está empeorando" la salud de varias personas en varios hospitales la región y todo aquel que perjudique o ataque a los médicos y trabajadores de la salud serán atacados con productos químicos tóxicos.
"Quienes causen problemas morirán de hambre en las cárceles", indicó después que la policía interrumpió un mitin en la presa de San Roque, al norte de Manila, donde una veintena de persona salieron a las calles a pedir ayuda humanitaria.
Cabe resaltar que todas las personas quedaron detenidas y estos actos fueron condenados en las redes sociales que piden la abdicación del jefe de Estado que culpó a los izquierdistas por las protestas en Manila.
"Izquierdistas, ustedes no son el gobierno. No anden por ahí causando problemas y disturbios porque ordenaré su detención hasta que finalice el brote" concluyó.