En horas de la madrugada, un grupo de personas llegó a bordo de un auto blanco hasta la avenida Miguel Grau del Cercado de Lima, lugar donde se había realizado el conmemorativo mural por los dos jóvenes fallecidos en la marcha nacional. Ellos fuera de quererse tomar una fotografía tenían la finalidad de arruinar el grafiti que con tanto esfuerzo se había pintado.
El mural que se llevó a cabo la noche del 19 de noviembre por los integrantes del 'Movimiento grafiti peruano', solo duró seis días en la pared de 30 metros por 6 que en un principio se encontraba vacía, pero el dueño del inmueble autorizó su uso junto a los demás vecinos de la zona.
El sentido homenaje de los amigos de Inti Sotelo se vio empañado por los restos de pintura blanca que cubrían tanto los nombres al igual que el rostro de ambos muchachos fallecidos la noche del sábado 14 de noviembre durante la movilización en las calles del Centro Histórico.
En el lugar se logró visualizar una bandera del Perú, pintada de blanco y pegado a un letrero también se halló un mensaje que ha dejado indignados a varias personas. “La pared se limpia, los muertos no regresan”.
“Todos han puesto un granito de arena, algunos han puesto un agua ,una fruta, otros un spray, otros han apoyado con el almuerzo para los muchachos. Eso es bonito porque están apreciando nuestro arte, y cada día son más”, mencionó uno de los artistas el día que iniciaron este proyecto con bastante emoción.
Los ataques contra los detalles realizados en memoria de Inti Sotelo y Bryan Pintado siguen ocurriendo. En la misma madrugada que destruyeron el mural en la avenida Miguel Grau, también desmantelaron el altar que estaba ubicado en los exteriores de la Corte Superior de Justicia de Lima donde fallecieron.
La propietaria del auto vinculado al borrado del mural en honor a Inti y Bryan es Lucia del Pilar Olivos Portuguez, militante afiliada al partido político Fuerza Popular. El conductor del vehículo fue Ludwing Olivos Milian, quien también milita en el mismo partido naranja.