Brasil aprueba y aplica el uso de dos vacunas COVID-19 en medio de polémica política y sanitaria

El domingo 17 de enero, Brasil aprobó de emergencia dos vacunas contra el coronavirus: la del laboratorio chino Sinovac y la anglo-sueco AstraZeneca. La vacunación a las primeras personas se realizó en un acto simbólico y polémico, ya que avivó la disputa política entre el presidente Jair Bolsonaro y el gobernador de Sao Paulo, Joao Doria.

La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) autorizó el uso con carácter de emergencia de ambas vacunas. Monica Calazans, una enfermera de 54 años de Sao Paulo se convirtió en la primera persona en Brasil en recibir la vacuna china CoronaVac producido por la firma china Sinovac con el Instituto Butantan.

Sin embargo, CoronaVac es la única opción viable de inmunización para comenzar de inmediato la campaña de vacunación en Brasil. Esta vacuna ya ha sido aprobada para uso de emergencia en China, Indonesia y Turquía.

Precisamente esta inyección se ha visto arrastrada a un enfrentamiento político entre Bolsonaro, que ha tratado de desacreditarlo, y su rival, el gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, su defensor. El gobernador Doria tan pronto conoció el aval para las vacunas organizó un evento para marcar el comienzo de la vacunación en el país.

Los trabajadores de la salud, las personas mayores de 75 años, los residentes de hogares de ancianos y las poblaciones indígenas serán los primeros en ser vacunados una vez que la campaña nacional comience en serio. Ambas vacunas requieren dos dosis.

Sao Paulo ya tiene 6 millones de dosis de la vacuna CoronaVac, y el Ministerio de Salud anunció este mes que había firmado un acuerdo con Butantan para producir 100 millones más.

Bolsonaro, que ha minimizado el virus y ha criticado las medidas de bioseguridad, ha sido objeto de nuevas críticas por su manejo de la epidemia después de un nuevo brote que ha afectado Manaos, en el estado brasileño de Amazonas.

En tanto, el presidente brasileño culpa a los gobernadores y alcaldes estatales de la crisis económica y sanitaria desatada por el coronavirus, y afirma que el gobierno federal ha distribuido todos los recursos necesarios para combatir la pandemia.