¿Las mascotas podrían ser contagiadas del Coronavirus?

Los temores por posibles contagios se dispararon en el país asiático.

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El coronavirus en perros existe, pero es totalmente diferente al de Wuhan
El coronavirus en perros existe, pero es totalmente diferente al de Wuhan

El temor por el coronavirus va en aumento y los animales domésticos son las víctimas más propensas en estos casos, sin embargo nadie puede probar que las mascotas pueden contraer el virus COVID-19.

Se han dado casos de dueños de mascotas que las han abandonado por miedo a que transmitan la temida enfermedad. Muchos otros son cuidados como un integrante más de la familia y reciben las mascarillas improvisadas para prevenir posibles contagios.

Aunque es cierto que existen tipos ya conocidos de coronavirus que afectan a gatos y perros, la transmisión se produce únicamente entre miembros de una misma especie y no con humanos, por lo que los expertos descartan, por el momento, que el virus de Wuhan pueda saltar a esos animales.

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¿Qué es el coronavirus canino?

No existe alarma con el virus letal frente a los perros, ya que tambipen pueden contraer el conocido virus caninco conocido como CVC. Sin embargo, es completamente difernete al Coronavirus en China, ya que solo puede afectar a los animales.

Según el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad de España, los coronavirus “son una amplia familia de virus que normalmente afectan solo a los animales”.

No obstante, como indican, algunos pueden transmitirse de animales a seres humanos como sucedió con el SRAS-CoV o el MERS-CoV. No es el caso del actual coronavirus chino, ya que todavía no se ha demostrado la fuente inicial de contagio.

El coronavirus canino es una enfermedad intestinal y de tipo infeccioso causada por la especie Aplhacoronavirus 1 de la familia Coronaviridaeque que provoca cuadros respiratorios y digestivos como diarreas en estos animales. Se contagia mediante el contacto oral o directo con heces de otros perros infectados.

Actualmente no existe una vacuna específica para tratar esta enfermedad en los animales, siendo uno de los mejores tratamientos la prevención. Los síntomas comienzan a hacerse notar pasadas las 24-26 horas desde el contagio y su tratamiento se basa en aliviar los síntomas combinando alternativas.