Tula Rodríguez feliz de pasar cuarentena con su padre: “Si das amor, recibes amor”

Está pasando un gran momento familiar y así lo dejó ver. Tula Rodríguez es una de los millones de peruanos que se encuentran acatando la medida de cuarentena establecida por el gobierno, pero no lo hace sola, sino en compañía de su familia.

La conductora de 'En boca de todos' dejó al descubierto que vive el aislamiento junto a su hija Valentina, fruto de su relación con Javier Carmona, pero también lo hace junto a su padre, Don Pedro, y está muy feliz por ello.

Durante una reciente entrevista con un periódico local, ella contó cómo se preparó para la llegada de la pandemia, y reveló cómo vive el día a día con su progenitor ahora que no pueden salir de casa.

“Cuando aún se podía salir lo llevé para que le pongan la vacuna del neumococo, a los dos días prohibieron las salidas. Y como es adulto mayor toma sus medicinas; felizmente le compré por un mes y si falta algo salgo a hacer las compras”, dijo inicialmente.

“Los adultos mayores se aburren y tienen su carácter. Pero bueno, conversamos un montón y me cuenta las mismas historias de cuando trabajaba, de sus amigos de colegio, que vivía en el Rímac, que antes era el más bacán, que tenía su ‘jale’. Y también hago que me ayude en casa, así lo mantengo activo”, agregó.

“Con estas palabras, ella explicó que antes no era tan común que los hombres ayudaran en los quehaceres de la casa, pero que su padre se ha adaptado bien. “Él es de otra generación y con mis hermanas le decimos que debe dar el ejemplo, no pretendo que Valentina vea que el hombre se sienta y la mujer lo atiende”, manifestó.

“Trapeamos, barremos, mi papá se encarga de limpiar la terraza, yo la sala y el comedor, Valentina me ayuda con los cuartos, cada uno se encarga de tender su cama. Vemos los noticieros, leemos el periódico y le gusta que le ponga sus películas de antes, su kung fu”, añadió

A continuación, recordó que hay que darles su lugar a los adultos mayores. “Hay que hacerles sentir que no están en el último lugar; al contrario, que se sientan importantes. Imagínate, con la situación que vivo mi papá es importantísimo en mi casa, para Valentina, para mí”, señaló.

“Cuando tengo ganas de llorar abrazo a mi papá o llamo a mi mamá. Hay que darles amor, porque cuando partan te vas quedar con la tranquilidad de que cumpliste con tus padres, con tus abuelos, aunque hayas cometido errores, porque somos seres humanos. Si das amor, recibes amor”, explicó.

Sin embargo, dejó al descubierto que no todo está bien todo el tiempo. “A veces nos ‘mechamos’, pero en el aspecto bonito. Mi papá es cuadriculado, criado a la antigua, pero es buena onda y acá andamos juntos, acompañándonos, cuidándonos. Me llama para preguntarme dónde estoy, a qué hora llego, ja, ja, ja”, confesó.

“Como desde hace un buen tiempo no salgo a ningún lado porque no tengo nada que celebrar. Cuando quedo en tomarme un café con una amiga me llama para preguntarme dónde estoy, con quién estoy, a qué hora llego, si no va y me deja”, relató.

“Cuando he tenido alguna reunión, intento que sea por mi zona. Entonces nos vamos caminando. Una vez, tuve una reunión de colegio, la hicieron en un café y todas las mamás se mataban de la risa porque llegaba con mi papá. Antes no lo hacía, pero después de lo que pasó con Javier va conmigo y me deja”, finalizó.