Carla Rueda la pasó mal en Rumanía y ahora tampoco puede hacer su vida normal: “A cada rato me invitan a fiestas virtuales”

Nicole Vásquez

Ella es Carla Rueda, la querida y siempre recordada Coto, uno de los valores de nuestra selección nacional de vóley. Pocos se enteraron del drama que le tocó vivir en Rumanía, donde venía jugando por el Stiinta Bacau, en plena pandemia del coronavirus.

La matadora ahora fortalecida y muy agradecida se encuentra enfocada en ayudar. ¿Cómo? Tendiéndole la mano a emprendedores en todos los rubros.

¿Lo de Rumania ya es tema olvidado?

Sí, bueno, fue bastante complicado. Me tocó vivir situaciones complejas, no tenía casa, me quedé sola, tuve que pedir ayuda y, gracias a Dios, pude volver al Perú. Esa experiencia me fortaleció y siento que me ha ayudado bastante.

¿Te asustaste mucho?

La verdad, sí. Pero tenía que ser fuerte por mi mamá, que también estaba sola en Lima.

Una vez en Lima, ¿qué fue lo primero que hiciste?

Abrazar a mi mamá y reinventarme. Sabía que esto iba para largo y pensé en que tenía que recursearme, no me quedaba de otra.

¿Y en qué te estás recurseando?

¡Te digo que yo soy una mujer mil oficios, ah! No le tengo ni roche ni miedo a nada, pero por el momento solo siendo imagen para algunos amigos emprendedores, me toman algunas fotitos y, ya pues, algo cae... todo suma (ríe).

Es decir, que la Coto deja el vóley por el modelaje.

(Ríe) No, no tanto así, yo sigo entrenando por mi cuenta, debo mantener la forma, pero verdaderamente no sé cuándo el vóley volverá.

Te vemos muy activa en redes también...

Sí, ahora estoy ayudando a muchos emprendedores a través de mis redes sociales, pueden escribirme y yo trato de difundir sus productos, pero ya vamos a entrar a la siguiente fase, que es comenzar con los vivos (transmisiones).

Tienda la mano

¿También vas a hacer labor social?

Siempre hice labor social, solo que nunca lo hice público. Ahora, con lo que está sucediendo, pensamos con mi familia en ayudar y lo vamos a hacer. Queremos llevar comida y algo de abrigo a Ticlio chico y Pamplona.

¿Qué vas a cocinar?

No (ríe), yo no cocino. De eso se encargará mi mami. Se trata de ayudarlos y no de intoxicarlos (ríe)... Pensábamos hacer algo con pollo, pero el pollo está tan caro... No sé si alguien se apunta y nos dona algunos pollos, podríamos seguir con el mismo menú, pero por lo pronto seguiremos decidiendo.

¿Van a llevar algo más o solo comida?

No, se trata de ayudar, así que también llevaremos ropa abrigadora para niños y adultos. Un amigo de Gamarra nos está apoyando con esto y, como ya te dije, si alguien más se quiere apuntar, estaría muy bien.

¿Ya te invitaron a alguna fiesta virtual?

Sí, me paran invitando, pero no hay forma... ¡Qué aburrido! Una fiesta no puede ser vía Zoom. ¿Qué toca hacer? ¿Bailar cada uno en su casa delante de la computadora?... Jajaja, ay noo, para eso, mejor prendo la radio o pongo música en la tele y bailo con mi mamá.

Pero esa será la nueva normalidad.

Seguramente algunas cosas se perderán, pero si nos queremos ir al extremo, quizá eso ayude a que se eviten las indisciplinas en otros deportes.

¿Hablas del fútbol?

Nooo... Yo hablo en general.