
En el Perú, el infarto agudo al miocardio se ha convertido en una amenaza silenciosa, incluso entre personas menores de 50 años. Según el Ministerio de Salud, más de 100 peruanos sufren un infarto cada día y lo más preocupante es que el 30 % fallece antes de llegar al hospital. Esto ocurre muchas veces por falta de síntomas previos o por desconocimiento de factores de riesgo como la hipertensión, el estrés o el colesterol elevado.

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Un reporte reciente del Instituto Nacional Cardiovascular (INCOR) reveló que la mayoría de estos casos se presentan en pacientes jóvenes, especialmente entre los 30 y 49 años. Es decir, personas en etapa productiva, con familias, empleo o vida activa, que muchas veces no se perciben como vulnerables. Entre 2021 y 2023, los infartos en este grupo de edad aumentaron entre un 22 % y 24 %, según datos recogidos por cardiólogos de EsSalud.
Pero el problema no es exclusivo del Perú. De acuerdo con American Heart Association, las muertes por enfermedades cardiovasculares se han duplicado en América Latina entre 1990 y 2021, y un creciente número de casos se da en menores de 45 años. En países como el nuestro, donde el acceso a chequeos preventivos es limitado y los hábitos post pandemia se han deteriorado, el panorama es aún más alarmante.
Aunque más frecuentes en adultos mayores, los infartos están subiendo notoriamente en personas menores de 50 años. El INCOR y EsSalud confirmaron que en 2024 ya se han registrado más de 2,000 casos de infarto en este rango de edad, muchos de ellos en pacientes sin antecedentes visibles. La falta de chequeos, la automedicación y el desconocimiento del riesgo aumentan la vulnerabilidad.
En palabras del Dr. René Rodríguez, cardiólogo de INCOR, “la pandemia dejó secuelas importantes en la salud cardiovascular de los peruanos: más sedentarismo, mala alimentación, aumento del estrés y falta de control médico de enfermedades crónicas”. Todo esto ha generado una tormenta perfecta para que el corazón empiece a fallar en edades cada vez más tempranas.
Las principales causas identificadas por los expertos son:
Sumado a esto, la falta de chequeos preventivos agrava la situación. En Perú, muchos jóvenes no saben que tienen prediabetes o presión alta, y solo acuden a una consulta cuando los síntomas son ya demasiado evidentes.
Según la Organización Panamericana de la Salud, un 16 % de los mayores de 20 años en Perú tiene una enfermedad cardíaca sin diagnosticar. Esto significa que miles de personas caminan cada día sin saber que están en riesgo de sufrir un infarto o una falla cardíaca repentina.
Además, entre 2000 y 2016, las muertes por ataque cardíaco en personas de 25 a 44 años crecieron casi un 30 % a nivel global, tendencia que también se refleja en países como el nuestro.

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El Ministerio de Salud y EsSalud han reforzado campañas de chequeo gratuito en centros de salud públicos. Las recomendaciones clave para evitar complicaciones son:
El corazón rara vez avisa con tiempo. Si hay fatiga excesiva, presión en el pecho o sensación de ahogo al subir escaleras, es mejor no ignorarlo. Con hábitos saludables y un control médico oportuno, la mayoría de los infartos pueden prevenirse. Pero si no se actúa, incluso los jóvenes corren el riesgo de convertirse en otra estadística silenciosa.
Redactora en la sección de actualidad y mundo del diario El Popular. Bachiller en Periodismo por la Universidad Jaime Bausate y Meza, con sólida experiencia en redacción web y creación de contenido digital. Apasionada por los medios, las redes sociales y la locución, especializada en la cobertura de noticias del espectáculo, actualidad nacional e internacional.