Alerta para embarazadas: estos alimentos comunes podrían afectar la salud del bebé

Un reciente estudio ha encendido las alarmas en la comunidad médica al señalar que las mujeres embarazadas expuestas a dietas con altos niveles de alimentos ultraprocesados presentan una mayor concentración de ftalatos en su organismo. Estos compuestos químicos, vinculados con el plástico, pueden transferirse desde envoltorios, empaques y guantes de manipulación a los alimentos.

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Una vez ingeridos, los ftalatos pueden ingresar al torrente sanguíneo materno, cruzar la placenta y llegar a la circulación fetal, generando posibles efectos negativos en el desarrollo del bebé.

Riesgos de los alimentos ultraprocesados durante el embarazo

Los investigadores descubrieron que la exposición a ftalatos durante el embarazo puede estar asociada con condiciones graves como parto prematuro, autismo y Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Este estudio, el primero de su tipo en mujeres embarazadas, midió los niveles de ftalatos en muestras de orina durante el segundo trimestre de gestación.

La doctora Sheela Sathyanarayana, pediatra del Seattle Children's Research Institute, afirmó: “Cuando las mamás están expuestas a este producto químico, puede cruzar la placenta y llegar a la circulación fetal”.

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¿Qué alimentos evitar y por qué?

Los alimentos ultraprocesados incluyen productos como pasteles envasados, papas fritas, panes industriales, refrescos y comidas congeladas. Estos alimentos han sido modificados significativamente mediante químicos y conservantes, lo que los vuelve perjudiciales, especialmente en etapas tan sensibles como el embarazo.

Además, los expertos identifican un vínculo entre el consumo de estos productos y problemas socioeconómicos que afectan la salud de las madres y sus bebés, lo que añade una dimensión adicional de urgencia al llamado a evitar este tipo de dieta durante la gestación.

¿Qué son los ftalatos y cómo afectan al cuerpo?

Los ftalatos son un grupo de compuestos químicos que se utilizan principalmente como plastificantes, es decir, para aumentar la flexibilidad, durabilidad y longevidad de los plásticos. Son comúnmente empleados en productos como envases de alimentos, botellas, juguetes, cortinas de baño, cosméticos, productos de limpieza e incluso guantes utilizados en la manipulación de alimentos.

Los ftalatos pueden entrar en el organismo de diversas formas:

• Por ingestión, a través de alimentos y bebidas que han estado en contacto con plásticos que contienen ftalatos.
• Por inhalación, al respirar aire contaminado con partículas de estos compuestos.
• Por absorción cutánea, al usar productos cosméticos o artículos que los contengan.

Diversas investigaciones han relacionado la exposición prolongada a ftalatos con múltiples efectos adversos en la salud humana, entre ellos:

• Alteraciones hormonales: Los ftalatos son disruptores endocrinos, lo que significa que interfieren con el sistema hormonal, afectando procesos como el crecimiento, el desarrollo reproductivo y el metabolismo.
• Problemas reproductivos: En hombres, se ha vinculado con menor calidad espermática; en mujeres, con problemas de fertilidad y complicaciones durante el embarazo.
• Trastornos del neurodesarrollo: En fetos y niños, la exposición prenatal puede estar asociada a un mayor riesgo de TDAH, autismo y otros problemas cognitivos y conductuales.
• Enfermedades crónicas: Algunos estudios sugieren vínculos con obesidad, diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.