Evitar un infarto es posible, y aquí te contamos, con la ayuda de un experto, las medidas clave que puedes tomar para cuidar tu corazón. ¿Sabías que, según la Asociación Americana del Corazón, en Estados Unidos ocurre un ataque al corazón aproximadamente cada 40 segundos? Este dato nos invita a reflexionar sobre nuestra salud cardiovascular y es que conocer y aplicar hábitos respaldados por la ciencia es fundamental para no formar parte de estas estadísticas. A continuación, te compartimos información basada en investigaciones sobre cómo prevenir enfermedades cardiovasculares y reducir el riesgo de infartos.
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El Dr. Ricardo García, cardiólogo en Monterrey, México, comparte en sus redes sociales tres estrategias respaldadas por la ciencia para proteger tu corazón y prevenir infartos. Aunque advierte que no hay remedios que eliminen las placas de colesterol ya formadas en las arterias ", además recalca que sí es posible detener su crecimiento y prevenir su aparición.
Este análisis permite identificar alteraciones tempranas en el metabolismo de carbohidratos o grasas, además de evaluar si tu colesterol es de buena o mala calidad. Según el Dr. García, detectar estas anomalías a tiempo facilita tomar acciones preventivas para evitar el desarrollo de placas en las arterias.
El tabaco es uno de los principales factores de riesgo para un infarto, señala el experto. Por otro lado, incluir pesas en tu rutina de ejercicio puede convertirse en una herramienta poderosa para reducir el riesgo cardiovascular y fortalecer tu salud general.
Limitar el consumo de alimentos como papas fritas, refrescos y galletas disminuye significativamente el riesgo de resistencia a la insulina o diabetes, que son causas principales de enfermedades cardiovasculares e infartos. "Haz este cambio por tu corazón", recomienda enfáticamente el Dr. García.
Para prevenir infartos, la ciencia recomienda una dieta rica en frutas, verduras, legumbres y cereales integrales, que aportan fibra y antioxidantes beneficiosos para la salud cardiovascular. El consumo de pescados azules, como el salmón y las sardinas, proporciona ácidos grasos omega-3 que ayudan a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas.
Asimismo, es aconsejable utilizar aceite de oliva virgen extra como principal fuente de grasa, debido a sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Además, se sugiere limitar la ingesta de grasas saturadas y trans, presentes en carnes rojas y productos procesados, así como reducir el consumo de sal y azúcares añadidos. Adoptar estos hábitos alimenticios contribuye significativamente a la prevención de infartos y al mantenimiento de una buena salud cardiovascular.
Graduada en Ciencias de la Comunicación con especialidad en Periodismo en la Universidad de San Martin de Porres. Analista SEO en El Popular. Interesada en obtener un buen posicionamiento de la web, y el trabajar en conjunto para que el medio pueda aparecer en las primeras posiciones de los buscadores de internet.