La pandemia COVID-19 nos obligó a estar confinados, a cambiar nuestras costumbres y a replantearnos nuevas formas de vida. Las relaciones de pareja se vieron afectadas. Quiéralo o no, han sufrido cambios, como pasar más tiempo juntos en casa (por teletrabajo o falta de trabajo), crisis económica o el estrés.
El psicoterapeuta, Gino Cavani, nos explica cómo la pandemia afectó a las parejas y qué deberían hacer para evitar que su relación se resquebraje. “Las diferencias y las similitudes se van a exacerbar. Las parejas se adaptan al cambio del confinamiento en función de su historia previa”, explicó.
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“Si antes la diferencia entre la pareja se vivenciaba como seducción y, las similitudes fascinaban, ahora en esta situación de crisis (encierro forzoso o cambios en el modo de vida), o se exacerban las diferencias hasta generar conflictos o se incrementa la pasión”, refirió.
Igualmente, Cavani instó a adaptarse al cambio. “Después de la aceptación, sigue la capacidad de ser tolerantes al cambio y a las diferencias que ahora se van a exacerbar por la convivencia más presencial de ambos”, indicó.
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Según el especialista, es difícil predecir qué pasará con estas parejas, ya que puede que solucionen sus conflictos, como puede que se agraven. “Cuando hay pasión, las parejas no se replantean si quieren continuar con la relación.
La parejas que ahora deciden separarse por la pandemia, no es por la pandemia, es por el proceso de deterioro que vienen experimentando desde hace mucho tiempo, antes de la pandemia”, puntualizó el doctor Cavani.
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“A veces, las parejas se unen a través de lo que las desune. La pareja puede continuar estando junta, pese a los desacuerdos crónicos. Pero siguen juntos, porque los desacuerdos, los silencios y las descalificaciones, se convierten en una lucha en la que cada uno actúa creyendo que suman puntos y, realmente, no es así”, dijo.
Según el doctor Cavani, cuando una pareja deja ser cómplice y apoyo, es que las cosas no van bien. “Uno de los signos de que ‘algo’ no está marchando bien en la pareja, es por ejemplo, que se rompa la complementariedad”, dijo.
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Si es que estamos hablando de una pareja complementaria, que trabajan en la administración de la casa de manera corporativa, compartiendo quehaceres y manteniendo una comunicación recíproca: obedecerse, ceder y darse la razón.
Cuando se rompe esta complementariedad, tenemos un signo de que algo no está marchando armónicamente”, refirió. “Hay que establecer una relación de simetría complementaria: legitimación de la pareja, ternura, cariño y pasión”, agregó el especialista.