
Tras finalizar la emergencia sanitaria por el COVID-19, muchos creerían que la estabilidad laboral se mantendría en Estados Unidos, pero a pocos meses de finalizar el 2025, esa calma se está desvaneciendo pues habrá una nueva oleada de recortes de empleo que golpeará a diversos sectores importantes del país.
Solo en el mes de julio se registraron más de 60,000 despidos en el país norteamericano, según los datos de la consultora Challenger, Gray & Christmas. Esto lejos de frenarse, seguirá en septiembre con anuncios que abarcan a cadenas de retail, servicios de salud y tecnología.
De acuerdo a la norma del Worker Adjustment and Retraining Notification Act (WARN), varias compañías ya notificaron oficialmente su reducción de personal entre las que figuran:
Los despidos en estas empresas oscilan entre los 50 y 200 empleados cada una, sumando a la presión laboral que venía mostrando las señales de recuperación.
Expertos en economía coindicen en que las medidas comerciales anunciadas por Donald Trump han reavivado las tensiones en la industria. Como los aranceles a las importaciones buscan proteger la producción nacional, al mismo tiempo generan un aumento en los costos de insumos y materias primas, lo que afecta los márgenes de ganancia de las empresas.
"Con la gran incertidumbre arancelaria observamos un declive en la confianza de consumidores y pequeñas empresas", indicó Ben Johnston, director de operaciones de la firma crediticia Kapitus, en declaraciones a Newsweek.
Este impacto no solo se siente en la manufactura, sino también en los sectores como la agricultura, el comercio minorista, la energía y los servicios de salud. La respuesta de otros países como complica aún más el panorama.
Licenciada en Periodismo, con conocimientos como Analista Digital y experiencia en Marketing Digital. Amante de la actualidad, sociedad y tendencias de salud y livestyle.