La vacuna RUTI contra la COVID-19, desarrollada por un investigador del Hospital Germans Trias i Pujol, de Cataluña, en España y fabricada por la farmacéutica Archivel Farma, es la primera que recibe la autorización para realizar sus ensayos clínicos en otro país.
Como lo informó la compañía, el medicamento, inicialmente diseñada contra la tuberculosis, también se ha mostrado eficaz contra infecciones víricas como el coronavirus. Por ello, recibió la aprobación de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) de Argentina para realizar un ensayo clínico en ese país.
El estudio de la vacuna española consistirá de un doble-ciego con placebo, de nueve meses de duración, para que se evalúe su eficacia en la prevención de la infección.
Si el medicamento resulta eficiente podría convertirse en la base de vacunas antivíricas de amplio espectro debido a su mecanismo alternativo a la generación de anticuerpos que producen las vacunas clásicas.
También podrían ser aplicadas como refuerzo para personas que no responden a las vacunas especificas o como complemento de vacunas que generan anticuerpos, por ejemplo, las desarrolladas netamente para el COVID-19.