Argentina no solo vive un drama por la pandemia de coronavirus, también le ha sumado una tensión política que, al parecer, ha disminuido la problemática más importante como es el COVID-19 en un país polarizado.
El último fin de semana el juez de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, recibió una manifestación afuera de su casa, ubicada en la provincia de Santa Fe, al norte de Buenos Aires.
Los manifestantes llevaron banderas argentinas, hicieron estruendosos sonidos con las bocinas y levantaron carteles para exigir que “dejara de violar la Constitución” para “luchar contra la impunidad”.
¿Por qué se dio esta movilización? Nació para repudiar en sus casas a los represores criminales de lesa humanidad durante la dictadura militar (1976-1983), épocas en las que gozaban de impunidad.
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Los 'escraches' (denominación de manifestación en Argentina) se han convertido como un mecanismo de presión para repudiar a líderes públicos que tienen cargos en el sistema democrático en el régimen de Alberto Fernández.
Los protestantes contra Lorenzetti exigieron que este vote en contra de la remoción de Pablo Bertuzzi, Leopoldo Bruglia y Germán Castello, jueces designados por el expresidente Mauricio Macri para tener cargos públicos en la Cámara federal.
El expresidente de Argentina, Mauricio Macri, y el actual mandatario, Alberto Fernández, se solidarizaron con Lorenzetti y coincidieron que estas manifestaciones solo perjudican a la democracia y la lucha contra la pandemia.