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Ingenieros europeos imitan la estructura de los HONGOS para crear materiales de CONSTRUCCIÓN más eficientes y ecológicos

La investigación resalta el potencial de los hongos en ingeniería y la importancia de sus hifas en la resistencia y durabilidad de futuros materiales arquitectónicos.

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Ingenieros europeos imitan la estructura de los hongos para crear materiales de construcción. | Difusión

¡Revolución fúngica! Un grupo de ingenieros de la Universidad de Binghamton y UC Merced ha hallado una respuesta fascinante para la creación de materiales eficientes, ligeros y, sobre todo, que sean amigables con el medio ambiente: se trata de la estructura interna de los hongos.

La investigación fue publicada en el portal científico Advanced Engineering Materials, donde evidencian el potencial de los hongos no solo desde el punto biológico, sino también los beneficios para la ingeniería. Durante la investigación, se centraron en dos tipos de setas: el maitake y el champiñón blanco. Ambos presentan estructuras fascinantes y, con un simple cambio del orden desde adentro, se podrían revelar diferencias jamás antes vistas.

El rol de las hifas

La estructura general de los hongos está formada por hifas, unos hilos finos de células fúngicas, las cuales van creciendo formando redes densas. Estas son invisibles ante el ojo humano y son capaces de crear cuerpos fructíferos como las setas, las cuales poseen una impactante resistencia. Incluso se ha notado que algunas de ellas pueden crecer entre el suelo de concreto sin ningún inconveniente.

Durante el experimento, los científicos lograron extraer toda el agua de los hongos para analizar a detalle su estructura interna, sin que la humedad perjudicara los resultados. Después, utilizaron microscopios, entre otras pruebas, para evaluar la resistencia de las hifas. De esa manera, se comprobó que no todos los hongos son iguales en su interior.

El maitake y el champiñón blanco: ¿cuál de estos hongos presenta una mejor estructura?

Si bien ambas setas fueron elegidas para el análisis científico, quien más logró destacar fue el maitake, debido a que sus hifas son mucho más gruesas y se alinean en una sola dirección, teniendo una resistencia mucho más grande cuando se le aplicó más fuerza.

Estos hongos están inspirando materiales más fuertes, ligeros y ecológicos.

Por otro lado, el champiñón blanco presentaba hifas descontroladas, mostrando una blandura similar sin importar la dirección donde fuera presionada. Esto presentaría un grave problema para la creación de materiales arquitectónicos en el futuro.

Del bosque a la tecnología: la creación de simulaciones 3D para comprobar la efectividad de las hifas

Con el fin de comprobar si dicha organización estructural era del todo eficiente, los investigadores realizaron modelos computacionales en 3D, donde se emplearon estructuras como teselaciones de Voronoi, una serie de redes digitales que imitan la conexión de las hifas. Esto permite la simulación y saber qué sucede cuando se utilizan fuerzas externas desde múltiples ángulos.

Sorpresivamente, las simulaciones evidenciaron que, tras cambiar la orientación de los filamentos de horizontal a vertical, la durabilidad del material lograba duplicarse. En resumen, no se cambiaba ni un solo ingrediente; simplemente era una reorganización de elementos donde se podía obtener un material mucho más eficiente y fuerte.

El descubrimiento fúngico tiene un futuro prometedor, ya que podrá permitir el diseño de estructuras resistentes, ligeras y ecológicas, sin la necesidad de recurrir a materiales caros y explotar recursos. Tras este hallazgo, se busca resaltar el valor de estas nuevas sustancias y el patrón oculto que la naturaleza nos obsequia nuevamente.

SOBRE EL AUTOR:

Periodista especializada en ciencia, tecnología y salud. Bachiller en Periodismo de la Universidad Jaime Bausate y Meza. Redactora en El Popular, interesada en temas relacionados con estudios científicos, eventos astronómicos, hallazgos y más.

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