En el marco del Día internacional de la Familia, una fecha para reflexionar sobre las diferentes generaciones que la conforman y las diversas realidades de cada hogar, la directora de políticas públicas de World Vision Perú, Marlene Arroyo, habló al respecto sobre el desarrollo para ser la unidad principal en la sociedad.
En conversación con El Popular analizó la situación de la convivencia familiar, los numerosos aprendizajes que afrontan los padres y las madres, sobre todo en este tiempo de pandemia, así como dar consejos y estrategias en la formación de los menores.
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¿Cómo nace World Vision Perú?
Hace 40 años llega al país y se inicia por el compromiso de un líder cristiano que decide apoyar a los niños en albergues. Es así que empieza el sistema, busca ayuda para apoyar a estos lugares.
Con los años World Vision se transforma en una organización de desarrollo, promoviendo la protección de derechos de los niños y niñas, pero trabajando con comunidades, familias y los menores.
Foto: World Vision
Apoyamos a niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad en Cusco, Ayacucho, Huancavelica, Áncash, La Libertad y Lima con la intención de fortalecer el desarrollo pleno de los chicos, el tema de la educación, de protección frente a la violencia, desarrollamos toda una propuesta de trabajo con familias, así como promover la participación de los menores como parte de su desarrollo integral.
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En tiempos de esta nueva normalidad por la pandemia, ¿cómo acompañar a los hijos en su educación?
Creo que es uno de los temas críticos que hoy atraviesa la sociedad peruana. Lo que se ha reflejado en esta pandemia es que han aumentado las cifras de violencia hacia niños, niñas y adolescentes.
Denuncias en el 2020 de tipo psicológico, violencia física y sexual. En el primer trimestre del 2021, de enero a marzo, también se han atendido casos de violencia.
Frente a esa situación, la educación, el acompañamiento, el cuidado y protección de los padres y madres hacia sus hijos se vuelve relevante puesto que hay que reconocer que la familia fue creada, la familia se ha desarrollado como una unidad principal en la sociedad: seguridad, afecto, soporte emocional, cuidado y desarrollo de los niños y niñas. Eso ayuda.
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Los efectos de no acompañar a los niños en la educación o dejarlos a su libre disposición los equipos tecnológicos, traerán efectos muy críticos para esta generación que está viviendo esta pandemia.
Entonces se necesita que padres y madres o cuidadores (tíos, abuelos, todos los que están alrededor de los menores) revisen cómo acompañar, cómo educar a través del juego, pero siempre con respeto hacia ellos.
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En esa línea, los reportes del último año indican que incrementaron las denuncias por violencia durante el confinamiento en el hogar, ¿qué hacer ante esta situación?
Justamente desde World Vision nosotros promovemos la crianza con ternura, una propuesta que plantea formación a los padres y a las madres para resignificar también sus experiencias, que les permita tener un mejor acercamiento a sus hijos basado en la confianza, la presencia y el acompañamiento.
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Y es que se puede estar en la casa, conectado a una máquina, a un celular y desconectado de sus propios hijos. Por eso se requiere un acompañamiento empático, un acompañamiento que esté pensando en el niño, que pueda pensar en el adolescente como una persona que comienza a tener autonomía.
Otro elemento clave de la crianza con ternura es la caricia. Esto es esencial, el abrazo, el afecto con los niños por los momentos de estrés que están viviendo también.
Una mano que acaricie, que afirme identidad, que afirme seguridad para los niños, eso les va a aliviar el miedo, los temores que se siguen promoviendo con esta pandemia que atravesamos; hay que acompañarlos en esa etapa. Asimismo, estar pendientes de su alimentación, de su adecuada nutrición.
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La ONU reconoce y afirma la importancia de la familia como un lugar privilegiado para la educación, donde encontramos protección y seguridad. ¿Siente que esto se ha perdido o cómo cree que estamos?
Necesitamos seguir apostando por la familia y seguir promoviendo realmente una familia responsable con sus hijos e hijas, pero un Estado también garante de derecho para las mismas.
Todavía hay pasos que dar, hay temas pendientes para nuestra familia peruana, pero sí creemos que las alternativas de crianza con ternura y otros programas se puedan realmente hacer masivos para que se llegue a tener un cambio de pensamiento y podamos fortalecer a las familias como núcleo de la sociedad.
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¿Algún consejo para una familia que quiere formar a un hijo o hija seguro de sí mismo para así enfrentar retos a futuro?
Si, creo que es importante que el amor se exprese no solo con afecto, sino que se exprese en el cuidado, el acompañamiento, la protección, en darle calidad de vida a los niños y niñas, y sobre todo el respeto.
Todo lo que puedo aprender para potenciar el desarrollo de mi hijo o hija, aún en estas circunstancias del confinamiento, nos debe reorientar un acercamiento diferente para que ellos no pierdan estos años que estamos viviendo de pandemia.
De esta manera, los menores puedan tener un ejemplo de que la vida cambió, pero que hubieron padres que los acompañaron a estar resilientes, que fueron fuertes por ese acompañamiento empático de padres y madres que están potenciando todo su desarrollo en sus hijos.
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¿Qué puntos debe trabajar una familia para tener estabilidad y unión en el hogar?
Una de las cosas que nosotros planteamos desde la crianza con ternura es que los padres puedan reeditar, replantear muchas veces sus criterios. A veces se repiten: “mi padre me pegó, mi padre me castigó, fue duro conmigo, entonces yo tengo que hacerlo con mi hijo de la misma manera”.
Podemos ser firmes y cuidadosos, que cuando hablamos de ternura no estamos hablando de dar solo cariño y el niño se vuelva un tirano, no, es una práctica donde podemos acompañar con dulzura y con firmeza.
Tenemos que acompañarlos respetándolos, jugando un rol también empático, de ser amigo, pero también ser padre, madre en este acompañamiento.
Sí podemos potencializar a los niños aún con menos recursos, pero se requiere de mucha seguridad de los padres y las madres.
Periodista graduado en la Universidad Jaime Bausate y Meza. Redactor y Community Manager en El Popular. Interesado en temas relacionados a la música, deportes, digitales.