La lucha de Ana Estrada por una muerte digna
Ana Estrada es una activista y psicóloga que ha luchado durante cuatro años por su derecho a la eutanasia. Conoce aquí un poco más sobre su historia.
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Ana Estrada no olvidará el 25 de febrero de 2021. La pandemia trajo consigo un fallo judicial que aprobó el pedido por el que ha luchado durante cuatro años: una muerte digna.
Elegir cómo, dónde y cuándo morir será permitido por el Estado peruano. Un triunfo de los derechos humanos por encima de un posible delito de homicidio piadoso, como lo indican las leyes del país.
“Todo este tiempo estuve esperando ser libre”, mencionó Ana luego de recibir la noticia sobre su caso. Vivir con polimiositis desde los 12 años ha sido un camino arduo.
Una enfermedad degenerativa y autoinmune fue paralizando la mayoría de los músculos de su cuerpo. No hay cura. Es como si su propio cuerpo se resistiera a vivir atacándose a sí mismo.
A los 14 años le diagnosticaron el mal y durante los siguientes continuó desarrollando su vida normal mientras la enfermedad avanzaba.
Estudió psicología en la PUCP, atendía pacientes y se dedicó a dictar talleres sobre sexualidad en mujeres con discapacidad.
Las limitaciones continuaron. Una silla de ruedas le permitía movilizarse, pero en el 2016 sabía que quería morir. Le dijeron que estaba en la última fase de la enfermedad.
Una neumonía la llevó hasta el hospital Rebagliati y su estancia en UCI fue para ella como sentirse atrapada.
Al salir de esa etapa decidió que no volvería a un hospital, sino todo lo que vendría después lo pasaría desde su hogar.
Su voz empezó a gritar a través de las líneas web. “Ana busca la muerte” es el nombre del blog donde cuenta extractos de su vida y su lucha.
El proceso para conseguir una muerte digna
Después de investigar cuál sería el proceso para recibir una muerte asistida en el extranjero, la realidad económica chocó con los altos costos de un tratamiento que ella no podía pagar.
La eutanasia era otro camino, pero como cuenta en uno de sus textos, cuando le preguntó a un amigo abogado este le mencionó que en Perú era imposible.
“Por supuesto que me eché a llorar. Pero seguí”, escribe. La Defensoría del Pueblo tomó su caso y el 7 de enero de 2021, casi un año después de haber iniciado el trámite, se realizó la audiencia virtual defendiendo el pedido de Ana Estrada sobre la base de los derechos fundamentales de la persona humana y el respeto a su dignidad como fin supremo de la sociedad y del Estado.
La demanda sustentaba inaplicar el artículo 112 del Código Penal, referido al homicidio piadoso que sanciona con una pena hasta de 3 años de cárcel a quien pone fin a la vida de una persona debido a los dolores intolerables que padece como consecuencia de una enfermedad; es decir, que afecta directamente al médico que asiste el proceso.
Durante la audiencia, representantes del Ministerio de Justicia, Ministerio de Salud y el Seguro Social de Salid (EsSalud) insistieron en que se declare infundada la acción de amparo presentada por la psicóloga y sostuvieron que el tema debía ser legislado en el Congreso.
Ese día no hubo una decisión. El fallo debía esperar un plazo razonable, según el juez Jorge Ramírez Niño de Guzmán.
Triunfo judicial
El Décimo Primer Juzgado Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de Lima ordenó al Ministerio de Salud y EsSalud respetar la decisión de Ana Estrada Ugarte, de poner fin a su vida a través del procedimiento técnico de la eutanasia. Aunque los organismo pueden apelar, este primer logro ya es un paso significativo para las personas que desean morir dignamente.
Para ella este proceso ha llegado a la meta al haber reconocido su derecho a disponer de su cuerpo, un homenaje a la autonomía, a la libertad. Ahora su voz es un bosque con todas sus ramas haciendo olas. Su voz iza la libertad, como ella misma escribe
Periodista de la Universidad Nacional Federico Villarreal. Escribo por necesidad expresiva. Género y derechos humanos.