¡Sabor ancestral y nutrición! Descubre los beneficios de comer cuy cómo prepararlo

El cuy, un pequeño roedor originario de los Andes, ha sido durante siglos un alimento básico en la dieta de las comunidades andinas por sus múltiples beneficios a la salud. Más allá de ser un simple plato, el cuy representa una rica tradición culinaria, un símbolo de identidad cultural y una fuente de nutrientes esenciales.

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¿Qué beneficios tiene el cuy en la salud?

• Alta en proteínas: La carne de cuy es una excelente fuente de proteínas de alta calidad, esenciales para el crecimiento y reparación de tejidos.
• Bajo contenido de grasa: Es una carne magra, lo que la hace ideal para personas que buscan controlar su peso o cuidar su salud cardiovascular.
• Rica en nutrientes: Contiene una buena cantidad de vitaminas del complejo B, hierro, zinc y otros minerales esenciales para el buen funcionamiento del organismo.
• Fácil digestión: Su carne es de fácil digestión, lo que la hace adecuada para personas de todas las edades.

¿Por qué elegir el cuy?

• Sabor único: Su sabor es intenso y característico, ideal para quienes buscan nuevas experiencias culinarias.
• Versatilidad: El cuy se puede preparar de diversas maneras, desde el tradicional chactado hasta a la parrilla o en estofado.
• Saludable: Sus propiedades nutricionales lo convierten en una opción saludable y equilibrada para incluir en tu dieta.

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Preparación del cuy chactado

Ingredientes:

• 1 cuy limpio y cortado en presas
• 1 taza de harina de maíz amarillo
• 1 cucharada de ají amarillo molido
• 1 cucharada de comino molido
• 1 cucharadita de orégano seco
• Sal y pimienta al gusto
• Aceite vegetal para freír
• Una piedra plana (opcional, para presionar el cuy durante la cocción)

Preparación:

• Marinar el cuy: En un recipiente, mezcla el ají amarillo, comino, orégano, sal y pimienta. Frota esta mezcla sobre las presas para que se impregnen bien de los sabores. Deja marinar por al menos 30 minutos.
• Empanizar: Pasa las presas por la harina de maíz, asegurándote de cubrirlas completamente.
• Freír: Calienta abundante aceite en una sartén profunda. Fríe las presas hasta que estén doradas y crujientes por todos lados. Si tienes una piedra plana, puedes colocarla sobre las presas para que se cocinen más rápido y queden más crujientes.
• Servir: Una vez que esté listo, sírvelo caliente acompañado de papas sancochadas, choclo y una salsa de ají amarillo.