¿Cómo hacer una limpia con huevo? sigue estos pasos

En el mundo esotérico existen diferentes técnicas para purificar el cuerpo y espíritu. Una de las prácticas más conocidas es la limpia con huevo; un ritual que a pesar de no tener ninguna evidencia científica respecto su efectividad, es muy practicado por distintas culturas y credos para expulsar las vibraciones negativas, curar el susto, entre otros propósitos.

Según la tradición, se pasa el huevo para eliminar el ‘mal de ojo’ o la envidia. Además, se cree que puede aliviar muchos otros males del cuerpo como dolores de cabeza y malestar general. Incluso, para combatir la depresión.

Pero, “¿cómo se hace este ritual en casa?”. En la nota de explicaremos cómo hacer una limpia con huevo como los posibles significados para que puedas interpretar su resultado.

Ingredientes

• 1 huevo
• Agua mineral
• 1 pizca de sal marina

Procedimiento

• En una habitación, que disponga de una ventana, coloca una vela blanca y un poco de incienso antes del ritual.
• Ponte de pie y sostén el huevo con la mano derecha.
• Ahora comienza a realizar círculos con el huevo desde la cabeza hasta los pies, sin tocar la piel, en el siguiente orden: pelo, frente, ojos, boca, cuello, hombros, pecho, brazos, abdomen, piernas, rodillas y pies.
• Cuando termines, rompe la cáscara del huevo y echa su contenido en un vaso de cristal con agua y una pizca de sal.
• Cuando hayas preparado la mezcla, tendrás que interpretar la imagen que forma el huevo en el vaso y luego tirar el contenido por el inodoro

Interpretación

• Mal ocasionado por otra persona: es probable que alguien te esté haciendo algo negativo si sale un manto en el huevo.
• Acumulación de energía negativa: si alrededor de la yema del huevo surgen burbujas.
• Exceso de preocupaciones: si la yema adquiere una forma que se parece a una persona o un animal.
• Envidia a tu alrededor: si en el huevo surgen formas similares a picos hacia arriba que simulan agujas.
• Enfermedad: si en la yema aparecen puntos negros y/o rojos.
• Mal de ojo: si la yema tiene burbujas, picos y se pone algo turbia.
• Magia negra: si la yema baja hasta el fondo del vaso justo cuando rompes el huevo.
• Cansancio físico: si aparecen figuras enroscadas en el huevo.