Dermatitis del pañal: ¿Qué es y cómo curarla?

La dermatitis del pañal es una especie de alergia que desarrollan los niños que usan pañal, más aún si permanecen mucho tiempo con el mismo pañal ya sucio. De allí la importancia de ser muy cuidadosos con la higiene de los bebés y estar pendientes de su necesidad de ser cambiados de pañal.

¿Qué es exactamente?

La dermatitis de pañal o eritema, es un enrojecimiento de la piel, que se debe a la humedad que se origina en la zona de las nalgas por contacto prolongado con la orina o las heces líquidas. 

En la piel también se forman puntitos rojos y pequeños granitos blancos. Estos puntitos rojos, incluso, pueden presentarse en forma de manchas que se extienden sobre la piel muy rojas y en relieve. Estas pueden estar provocadas por un hongo, la Cándida albicans.

En algunos casos la piel del bebé se agrieta y hace que duela cuando se limpia, provocando su llanto. Para estar seguros de que se trata de una dermatitis, se debe estirar la piel entre los dedos pulgar e índice.

Si el enrojecimiento desaparece en el espacio comprendido entre los dos dedos, se trata de una dermatitis de pañal.

Curar el enrojecimiento de la piel

La zona afectada hay que lavarla con agua en la que se habrá disuelto una cucharadita de jabón líquido. Después hay que secar la zona con cuidado y aplicar una ligera capa de crema en base a óxido de zinc, recetada por el pediatra.

Si tiene las nalguitas enrojecidas, es mejor no lavar al bebé con excesiva frecuencia. Hay que mantenerlo en el agua pocos minutos. Para facilitar la curación, se puede lavar las partes enrojecidas con agua bórica, que tiene un poder desinfectante y refrescante.

El pañal hay que cambiarlo cada 3-4 horas aproximadamente. Si es posible, también durante la noche. A la hora de aplicarle la crema después del lavado, hay que tener cuidado, porque una excesiva cantidad de crema favorece la maceración de la piel.

¿Cuáles son las causas de esta afección?

La dermatitis de pañal es causada por el estancamiento de las heces y de la orina. Un recién nacido defeca después de cada comida y orina unas 20 veces al día.

Su piel, además, es mucho más suave que la de los adultos y aún no se ha formado la capa de agua y grasa que la protege de las agresiones de los agentes externos, llamada película hidrolipídica.

Si el pañal no se cambia con frecuencia, la piel no transpira y se irrita preparando el terreno para una posible infección. Aunque en la actualidad los pañales son absorventes, estos producen un microclima particular.

El calor y la humedad que se crea con el pañal aumentan favoreciendo la maceración de la piel y la proliferación de gérmenes.