Familia: sepa controlar la rabieta de tus niños

Son un recurso para conseguir lo que quieren, aunque a veces no sepan qué es lo que quieren.

Únete al canal de Whatsapp de El Popular

Las rabietas o berrinches, ¿que madre o padre no las ha sufrido? Estas reacciones son normales en todos los niños casi a partir de los dos años de edad. Es su manera de expresar su disgusto, incomodidad o que desean algo, que muchas veces no pueden tener. Si no sabes qué hacer o cómo reaccionar ante una rabieta, lee los consejos que aquí te brindamos.

Mantente firme. Eso le dejará en claro que su rabieta no lo llevará a conseguir lo que quiere. Tú debes controlar la situación.

Dale explicaciones cortas. Antes de que empiece con el berrinche y no escuche nada más que su propio llanto, dile que no podrá hacer o comer tal cosa porque no es el momento. Por ejemplo, “si no duermes, mañana estarás cansado para jugar”.

No le respondas con enfado. Si los niños ven que tú también haces “tu rabieta” para hacer que se calmen, ellos te imitarán para conseguir lo que quieren.

Intenta que te escuche. Una vez empezada la pataleta, no hay nada que la detenga. En ese caso, arrodíllate frente al niño, cógelo por los hombros y haz que te mire a los ojos, entonces háblale con calma.

¿Qué hacer luego de la reacción de los pequeños?

Muchos padres terminan cediendo o “recompensando” al infante, lo que es un error. Eso solo probará a su pequeño que la rabieta funciona. En vez de eso, elógialo por haber recuperado el control.

Dígale frases como: “Me gusta cómo te has sabido tranquilizar”. Los niños pueden sentirse vulnerables después de tener una rabieta, porque saben que se han portado mal.

Entonces, cuando su hijo ya se haya calmado, será el momento de darle un abrazo y de tranquilizarlo diciéndole que lo quiere. Asegúrese de que su hijo esté durmiendo lo suficiente. Cuando un niño no duerme bien, puede estar hiperactivo, antipático e irritable.

¿Qué son y por qué se dan los berrinches?

Las rabietas o berrinches son la manera que tienen los niños pequeños de mostrar su malestar o su frustración. Pueden ocurrir cuando los niños están cansados, hambrientos, molestos o incómodos y cuando no pueden conseguir algo, como un juguete o la atención de un padre.

Las rabietas van desde los quejidos y los llantos hasta los gritos, chillidos, patadas, golpes y aguantarse la respiración. Son igual de frecuentes en niños y niñas.

Según el portal Kids Health, son frecuentes durante el segundo año de vida, cuando los niños están empezando a desarrollar las habilidades lingüísticas. Puesto que aún no pueden expresar con palabras lo que quieren, las experiencias frustrantes le pueden ocasionar rabietas.

Cargando MgId...