Madre recibe millonaria indemnización tras la muerte de su hijo y compra armas para vengarlo

El caso de una mujer ha causado todo tipo de comentarios en la ciudad de Fresno, California (EE. UU.). Se trata de Christina López, quien planeó venganza por la muerte de su hijo asesinado con la indemnización que recibió por su muerte.

Según se informó, el hijo de Christina López fue asesinado en el 2017 a manos de la Policía en Fresno, y por su deceso recibió una indemnización. No obstante, ella usó el dinero para acabar con la vida de quien mató a la persona más importante de su vida.

La venganza

Las autoridades de Estados Unidos señalan que López fortaleció toda una estructura criminal con la indemnización de cinco millones de dólares que recibió, luego que el oficial Ray Villalvazo asesinara a su hijo Isahia Murrieta-Golding, de 16 años, en 2017.

En abril de este año, la familia afectada recibió la indemnización y con la millonaria suma la mujer planeó su venganza. En total se le acusa de 22 delitos, entre los cuales aparece el de favorecer a bandas criminales y entregar armas a menores de edad.

Fue arrestada

El pasado 9 de octubre, Christina López fue arrestada por la Policía de Estados Unidos por entregar armamento con el dinero de la indemnización a la banda criminal Los Calwa con el fin de “vengar la muerte de su hijo”.

En la banda criminal participa otro de sus hijos de la mujer, según versión de la fiscal Lisa Smittcamp a medios de comunicación de Fresno. Actualmente, la mujer se encuentra en un centro penitenciario a la espera de su audiencia que verá su caso.

¿Por qué asesinaron al hijo de Christina López?

En 2017, la Policía de Fresno buscaba a los autores de un tiroteo que provocó la muerte de varias personas heridas. En medio de las investigaciones, los oficiales se toparon con Isahia y su hermano mayor, acusados de ser los autores del crimen.

Isahia y su hermano huyeron de las autoridades en EE. UU. No obstante, el oficial Ray Villalvazo encontró al hijo de 16 años de Christina López y le disparó sin previo aviso. El joven murió en el hospital después de tres días del disparo. El caso causó indignación y fue calificado como abuso policial.

”No tenían ninguna justificación legal para apuntar con armas a Isiah, ni ninguna justificación legal para apoderarse de Isiah a punta de pistola. Isiah ejerció su derecho a la legítima defensa y a resistir de manera no violenta los intentos de los acusados de apresarlo ilegalmente”, precisó en su momento al Washington Post Michael Haddad, abogado de la familia de Isahia.