Gobierno de Trump expulsa a recién nacidos estadounidenses de madres inmigrantes

Bajo el pretexto del coronavirus, la administración de Donald Trump deportó a los bebés legalmente ciudadanos de Estados Unidos y a sus madres, y sin recibir su documentación.

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La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) ha expulsado en los últimos meses del territorio de Estados Unidos a los recién nacidos en el país junto con sus madres, que eran inmigrantes indocumentadas que acababan de cruzar la frontera, según indicó el medio The Intercept este sábado 2 de enero.

El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, ordenó a los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) a usar sus poderes de emergencia para sellar las fronteras de Estados Unidos, en marzo pasado.

Bajo esta excusa de cierre fronterizo por el coronavirus, la administración de Donald Trump endureció más su política migratoria, al expusar del territorio de Estados Unidos a la mayoría de migrantes que llegaban en busca de asilo o que eran detenidos entrando de forma ilegal.

Entre los detenidos, se encontraban menores de edad que llegaban solos, sin la compañía de alguno de sus progenitores o de un tutor legal. Sin embargo, en noviembre un juez ordenó al gobierno norteamericano que deje de expulsar a niños migrantes no acompañados sin permitirles hacer peticiones de refugio o asilo.

Pero esta decisión no afectaba a las madres solicitantes de asilo que cruzaron la frontera mientras estaban embarazadas y que dieron a luz en hospitales de Estados Unidos.

Sin embargo, el medio de The Intercept, reportó el caso de tres madres que a pesar que sus hijos son legalmente ciudadanos estadounidenses, fueron expulsados del país poco después de nacer y sin recibir su documentación de ciudadanía.

“La ley no permite la expulsión rápida de ciudadanos estadounidenses”, dijo al medio Nicole Ramos, de la organización Al Otro Lado, que vela por los servicios legales y sociales y que asegura que tiene conocimiento de otros ochos casos similares a los denunciados en The Intercept.

Chad Wolf, secretario interino de Seguridad Nacional, aseguró en marzo que los CDC habían determinado que el coronavirus presentaba un “serio peligro” para los inmigrantes, agentes y oficiales y los ciudadanos estadounidenses.

Sin embargo, esta afirmación se demostró, posteriormente, que era falsa tras la investigación del medio The Wall Street Journal, que señaló que dicha medida “fue impulsada por funcionarios de inmigración en la administración a pesar de las objeciones de altos funcionarios de los CDC”.

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