FAP Perú: José Abelardo Quiñones, quién es y cómo murió el héroe nacional [IMÁGENES]

A 79 años de su heroica inmolación, un día como hoy; 23 de julio, se conmemora el nombre de José Abelardo Quiñones Gonzales. El aviador de guerra peruano que se sacrificó por su país en la Guerra Peruano-Ecuatoriana de 1941.

¿Quién fue José Abelardo Quiñones?

José Abelardo Quiñones Gonzales fue un aviador de guerra nacido el 22 de abril de 1914 en la ciudad de Pimentel, Lambayeque. Hijo de José María Quiñones y María Juana Rosa Gonzales, ingresó a los 21 años como cadete a la Escuela Central de Aviación Jorge Chávez.

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El Héroe Nacional del Perú por la Ley N° 16126 del 10 de mayo de 1966, integró la promoción "Comandante CAP José Lucas Raguz Verán", donde destacó rápidamente por su facilidad para adaptarse a las diferentes técnicas del pilotaje y aviación.

José Abelardo Quiñones y su inmortal Vuelo Invertido

En la escuela de oficial siempre demostró tener un gran desempeño como aviador. Según cuentan algunos de sus compañeros de la escuela de oficiales, un día un profesor dijo que la Fuerza Aérea del Perú carecía de héroes.

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Al oír estas palabras, el oficial Quiñones se puso de pie y dijo con voz enérgica: “presente”, señalando que él sería el héroe que la FAP tendría. Años más tarde, en su graduación, marcó un hito que dejó asombrados a los participantes.

El inmortal Vuelo Invertido, una acrobacia tuvo al joven de tan solo 25 años casi a un metro del suelo, dejando boquiabierto hasta el mismo presidente de la época, Oscar Benavides.

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La Inmolación del Capitán FAP José Quiñones Gonzales

Corría el año 1941, época de la Guerra Peruano-Ecuatoriana, donde un joven de José Quiñones, de 27 años, tenía como misión silenciar las baterías ecuatorianas, esto con el fin de abrir paso a las tropas peruanas.

A bordo de su avión de caza North American, a quien cariñosamente bautizó como “Pantera”, Quiñones bombardeó el puesto ecuatoriano de Quebrada Seca, sin embargo, en su segundo descenso fue alcanzado por el fuego antiaéreo de Ecuador.

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El joven aviador tuvo la oportunidad de saltar del avión y utilizar su paracaídas, no obstante, dirigió su avión en llamas al punto donde estaban las baterías enemigas, destruyéndolas y muriendo en el acto.

Tres meses después de su muerte, el 19 de octubre de 1941, el Coronel del Ejército de Ecuador Octavio A. Ochoa, entregó sus restos pronunciando las siguientes palabras:

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“Entrego a la Fuerza Aérea del Perú los restos de quien supo honrar a su patria, a su pueblo y a su fuerza armada. Mi pueblo rinde homenaje al pueblo peruano, dignamente encarnado en la figura heroica de José Abelardo Quiñones Gonzales”.