
Con su sabor inconfundible y un perfil nutricional impresionante, las habas han pasado de ser un ingrediente tradicional en la cocina casera a convertirse en uno de los superalimentos más recomendados por expertos en salud. Estas pequeñas legumbres, pertenecientes a la familia Fabaceae, son un verdadero cóctel de proteínas, vitaminas, minerales y fibra, ideales para quienes buscan mejorar su salud de forma natural.
Las habas no solo alimentan el cuerpo, también nutren la mente. Su riqueza en vitaminas del complejo B, especialmente B1 y B9, es esencial para el buen funcionamiento del sistema nervioso. Además, contienen antioxidantes que protegen las células cerebrales del envejecimiento.
Según el artículo “haba” de la Federación Española de la Nutrición, su alto contenido antioxidante “permite que estas legumbres prevengan el envejecimiento prematuro de la piel y de las células del cuerpo”.
Las habas son una fuente natural de proteínas vegetales de alto valor biológico, lo que las hace ideales para el crecimiento y la recuperación muscular. Por cada 100 gramos de habas cocidas, se obtienen aproximadamente 4,6 gramos de proteína, un aporte perfecto para quienes siguen dietas vegetarianas o veganas.
También contienen magnesio, un mineral clave en la contracción y relajación muscular. Estudios recientes vinculan el consumo de magnesio con mejoras en el rendimiento físico: “el aumento de la fuerza de agarre, la potencia en las piernas y el rendimiento en el salto”.
¡Absolutamente! Su combinación de fibra dietética, bajo contenido calórico y efecto saciante convierte a las habas en un aliado poderoso para controlar el apetito y evitar los antojos entre comidas. Una ración de habas cocidas aporta cerca de 200 calorías, ideal para mantener el equilibrio energético sin caer en excesos.
Además, su fibra regula el tránsito intestinal y reduce el riesgo de estreñimiento.
Gracias a su contenido en ácido fólico, las habas ayudan a disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas e hipertensión. También destacan por su fibra soluble, la cual “contribuye a reducir los niveles de colesterol LDL, lo que ayuda a disminuir el riesgo de accidentes cardiovasculares y cerebrovasculares”.
Su alto contenido en potasio no solo apoya la salud cardíaca, sino que también “favorece la hidratación al reponer electrolitos perdidos por el sudor”.
Estas legumbres contienen una variedad de compuestos bioactivos —como flavonoides, lignanos, terpenoides y vitamina C— con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Esto ayuda a neutralizar los radicales libres, protegiendo al cuerpo del daño celular. Como se indica en la fuente, “su riqueza en compuestos bioactivos, como péptidos, compuestos fenólicos, vitaminas y minerales, les otorga propiedades antioxidantes y antiinflamatorias”.
Esta combinación contribuye a la prevención de enfermedades crónicas, como el cáncer de colon.
Conclusión: Las habas son mucho más que un ingrediente tradicional: son un verdadero tesoro nutricional. Gracias a su poder para fortalecer la memoria, mejorar la digestión, potenciar los músculos, proteger el corazón y cuidar la piel, se han ganado un lugar privilegiado en la lista de superalimentos. Incluirlas en tu dieta no solo es delicioso, sino también una decisión inteligente para tu bienestar integral.
Periodista especializada en actualidad y tendencias. Bachiller en Periodismo en la Universidad Jaime Bausate y Meza. Redactora en Popular. Interesada en temas relacionados con actualidad nacional e internacional, virales en tendencia y más.