
Frente al estante del pan, con decenas de opciones entre baguettes, moldes, integrales y con semillas, la elección puede parecer simple... pero no lo es. Muchos panes que aparentan ser saludables están llenos de ingredientes ultraprocesados, conservantes y aditivos innecesarios.
¿Entonces cuál es el pan más saludable y qué debes tener en cuenta para elegirlo?
Se considera que un alimento es ultraprocesado (UPF) cuando incluye cinco o más ingredientes, entre ellos sustancias que no usarías en tu cocina: emulsionantes, colorantes, estabilizantes, azúcares añadidos o grasas modificadas.
El pan de molde industrial, que representa hasta el 80% del consumo en algunos países, suele estar elaborado con el método Chorleywood, una técnica que acelera la producción utilizando aditivos y grasas endurecidas para lograr más volumen, textura y duración.
Según datos del estudio NOVA, en Reino Unido el 54% de las calorías provienen de alimentos ultraprocesados, y el pan representa una parte considerable.
El pan de masa madre es elaborado con un cultivo natural de levaduras y bacterias lácticas. Requiere fermentación lenta (hasta 36 horas), lo que descompone mejor los carbohidratos, reduce los azúcares fermentables (FODMAP) y mejora la digestión y la absorción de nutrientes como hierro, magnesio y zinc.
Además, ayuda a mantener la saciedad por más tiempo y favorece una microbiota intestinal más saludable, según estudios publicados en The Journal of Nutrition & Food Sciences.
Eso sí, el pan de masa madre artesanal puede ser más caro o difícil de conseguir, pero hay versiones envasadas con listas de ingredientes simples (harina, agua, sal y masa madre) que son una excelente opción.
El pan integral es una gran fuente de fibra, vitaminas y antioxidantes. Pero ojo con las etiquetas: muchos panes "oscuros" o "con semillas" no están hechos 100% con harina integral, sino con harinas refinadas teñidas o mezcladas.
Para estar seguro, busca que el primer ingrediente sea “harina integral de trigo” y que no haya azúcares añadidos ni aditivos extraños. Cuanto más corta y clara sea la lista de ingredientes, mejor.

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Antes de tirar cualquier pan a tu carrito, sigue estas recomendaciones prácticas:
Si dejar el pan blanco te cuesta, existen alternativas en desarrollo. Investigadores del Reino Unido están creando panes “blancos” con el valor nutricional del integral, usando ingredientes como legumbres, teff, quinoa y salvado de trigo. El objetivo es combinar lo mejor de ambos mundos: nutrición sin perder sabor ni textura.
Mientras ese pan llega al mercado, puedes complementar tu dieta con otros alimentos integrales, como arroz, avena, pasta integral o incluso palomitas naturales.
No necesitas dejar el pan para llevar una alimentación saludable, pero sí es importante leer las etiquetas, evitar los engaños del marketing y optar por versiones menos procesadas. Porque lo que parece “saludable” muchas veces no lo es.
Redactora en la sección de actualidad y mundo del diario El Popular. Bachiller en Periodismo por la Universidad Jaime Bausate y Meza, con sólida experiencia en redacción web y creación de contenido digital. Apasionada por los medios, las redes sociales y la locución, especializada en la cobertura de noticias del espectáculo, actualidad nacional e internacional.