Posiblemente, muchos no sabían las grandes propiedades del vinagre con las cáscaras de limón, siendo un gran truco casero, ya que ambos forman una potente pareja de limpieza. Esta combinación sencilla y económica, es capaz de dejar tu hogar reluciente y libre de bacterias. Además, contiene aceites esenciales con propiedades antisépticas y desengrasantes naturales.
Por qué hay que juntar cascaritas de limón con vinagre
La unión de cascaritas de limón y vinagre ha sido un secreto de limpieza ancestral, transmitido de generación en generación. Además, sería muy efectivo por lo siguiente:
Los beneficios de cada ingrediente:
- Cáscaras de limón:
- Aceites esenciales: Contienen compuestos orgánicos volátiles que actúan como potentes desinfectantes naturales, eliminando bacterias y hongos.
- Acido cítrico: Es un excelente desengrasante, capaz de disolver la grasa y la suciedad más incrustada.
- Aromatizante natural: El limón aporta un aroma fresco y agradable a cualquier ambiente. - Vinagre blanco:
- Ácido acético: Desinfecta y elimina bacterias, además de ayudar a disolver la cal y el sarro.
- Desengrasante: El vinagre es un excelente desengrasante, especialmente eficaz en superficies como la cocina.
- Desodorizante: Neutraliza los malos olores y deja un ambiente fresco.
Los beneficios de juntarlos:
- Desinfección: La combinación de ambos ingredientes crea un ambiente hostil para bacterias y hongos, ideal para superficies que requieren una limpieza profunda.
- Desengrasado: Los aceites esenciales del limón y la acidez del vinagre trabajan en sinergia para eliminar la grasa de forma eficaz.
- Eliminación de malos olores: El vinagre neutraliza los malos olores y el limón aporta un aroma fresco y agradable.
- Abrillantamiento: El ácido cítrico del limón ayuda a abrillantar superficies como el acero inoxidable y el vidrio.
- Eliminación de manchas: La mezcla es eficaz para eliminar manchas difíciles, como las de óxido o las de alimentos quemados.
¿Cómo preparar este limpiador casero?
- Ralla las cáscaras de limón y colócalas en un frasco de vidrio.
- Cubre las cáscaras con vinagre blanco.
- Tapa el frasco y agítalo bien.
- Deja reposar la mezcla durante al menos una semana, agitando ocasionalmente.
- Una vez transcurrido este tiempo, cuela el líquido y ya tendrás listo tu limpiador casero.