Con la aparición de las variantes sigue siendo un problema a las autoridades sanitarias por ser muy contagiosas. A dos años de la pandemia, donde ahora se dispone de vacunas, el cual te reduce la probabilidad de ser hospitalizado o incluso la muerte por COVID-19, no implica que esta enfermedad no sea peligrosa, al contrario, se debe seguir manteniendo los protocolos de bioseguridad.
En este caso, la nueva XE es más contagiosa que la ómicron, no es para descuidarse. Ahora, si consideras tener los síntomas de esta variante, es importante adoptar ciertas medidas preventivas para no expandir el virus a tu entorno.
Varios estudios han indicado que la variante XE ha demostrado ser es la cepa más transmisible y su periodo de incubación es más corto en relación con otras variantes al ser de tres días en promedio. Así como otras variantes del COVID-19, en caso sea detectada debe aislar a esa persona de dos a tres días con un seguimiento médico.
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Esta variante del COVID-19, según los especialistas, indica que tiene síntomas parecidos a las de Ómicron porque se puede encontrar con la tos, mucosidad, cansancio, dolor de cabeza y fiebre. También puede desarrollarse una irritación de garganta, lumbalgia, molestias musculares, náuseas, estornudos y hasta en menor grado conjuntivitis.
Estas variantes son muy contagiosas y por eso se insta a la población a cumplir con los protocolos de bioseguridad. Según revela el doctor José Gómez Rial, del Hospital Clínico de Santiago de Compostela, al portal web de Redacción Médica, que esta variante puede atacar principalmente en estos casos:
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