La pérdida de memoria afecta a todos, al menos una vez en la vida. Deben estar especialmente atentos si son repentinos o se repiten. Se manifiesta de muchas maneras, dependiendo de la zona afectada del cerebro.
- Pueden estar relacionados con una enfermedad o un tratamiento. Ciertas enfermedades pueden causar pérdida de memoria. Los problemas cardíacos, las enfermedades relacionadas con la tiroides, la enfermedad renal, la enfermedad hepática o incluso un traumatismo craneal pueden causar problemas de memoria.
- La capacidad de memoria disminuye con la edad. Las funciones cognitivas y, por tanto, las capacidades de memoria se ralentizan con la edad, incluso en personas sanas.
- Puede deberse al estrés. También puede provenir de alteraciones emocionales como la depresión o la ansiedad. El trauma (trastorno de estrés postraumático) también puede afectar la memoria. Igualmente, el exceso de trabajo y la fatiga pueden causar pérdida de memoria más o menos significativa, pero en todos los casos reversible.
- La memoria se ejercita. Es posible desarrollar sus habilidades de memorización estimulando su memoria. Hacer crucigramas, cálculos numéricos mentales, aprender un poema, leer o aprender algo nuevo (como un idioma extranjero) evita que la memoria “se adormezca”.
- La falta de sueño promueve la pérdida de memoria. El sueño juega un papel fundamental en la consolidación de los aprendizajes adquiridos durante el día, en particular durante la fase de sueño REM: las redes neuronales se consolidan durante esta fase del sueño.
- Tener un estilo de vida saludable mejora las habilidades de memorización. La falta de sueño, una mala alimentación y el abuso del alcohol pueden originar pérdida de memoria. Para mantener intacta la memoria, se recomienda una dieta rica en vegetales cereales integrales y legumbres, (dieta equilibrada) y actividad física regular.