Al igual que en los adultos, la pandemia por el nuevo coronavirus ha supuesto un significativo cambio en la rutina de los niños, afectando una de las etapas más importantes en su vida: la asistencia al colegio.
Dependiendo de la edad, los niños podrán comprender en mayor o menor medida la situación. Por eso, es importante informar de qué es la COVID-19, cómo no contagiarse, y por qué y cuánto tiempo nos quedaremos en casa.
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“Seguir las mismas rutinas que cuando van al colegio. No hace falta que madruguen, deben desayunar y vestirse con ropa cómoda, no pijama. Realizar las actividades que dejan los profesores. Deben jugar solos y acompañados. Mantener los mismos horarios de sueño y alimentación, las pelis deben restringirse al fin de semana. Si es posible, podemos hacer un poco de actividad física. Si no establecemos una rutina, será un caos para ellos y para nosotros. Finalmente, mantener comunicación por las redes con los seres queridos más cercanos.”, explico la psicóloga y especialista en emociones Vanesa Fernández al portal Webconsultas.
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Según dijo la psicóloga Fernández, hay algunas acciones que debemos evitar durante esta situación. Por ejemplo, ocultar a tus hijos información; no hablar de ello, o quitarle importancia. Estar todo el día pegado a la televisión viendo noticias u otros. Recuerda que, el niño también las oye y muchas puede no comprenderlas, o alarmarse.
Estar todo el tiempo quejándonos de tener que estar en casa, o hacer como que la situación es normal. Quejarse de los profesores por la tarea que mandan. Protestar una y otra vez del conflicto que supone para nosotros teletrabajar y estar con ellos. Estar pegados al celular conversando, y no hacerles caso.
Para la especialista, la mayoría de los niños manifestarán reacciones emocionales normales como las descritas; no obstante, debemos estar atentos a que no aparezcan algunas como las siguientes, que pueden estar indicando problemas emocionales severos: elevados niveles de ansiedad, reacciones de agresividad e ira, llanto intenso, pensamientos repetitivos de tipo catastrófico como el fin del mundo, negarse a hablar con las personas que convive, o con las que pudiera hablar por videollamada, y que sabemos que aprecia, alteraciones persistentes en el sueño, la alimentación y aparición de miedos, fobias y pánico.
Toma nota:
Al igual que con los sentimientos de tristeza, a medida que avancen los días la irritabilidad en el niño crecerá.
Periodista especializada en tendencias e internacionales. Graduada en la Universidad Jaime Bausate y Meza. Redactora en el Popular. Interesada en temas relacionados con el medio ambiente, derecho de los animales, comunidades nativas y apoyo social.