Faltan pocas semanas para la llegada del verano y cada vez son más las personas que comienzan a hacer ejercicios con la esperanza de eliminar esos kilos extra que ganaron a lo largo del año.
Sin embargo, es preciso tomar algunas medidas de precaución cuando se realiza actividades deportivas en ambientes con poca ventilación o con temperaturas muy elevadas.
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Por este motivo, Daiki, empresa especialista en climatización, de la mano con expertos en medicina deportiva brindan consejos para practicar deportes de manera segura.
Cuando nos ejercitamos el cuerpo pierde sales y minerales, por ello es fundamental tomar líquidos para mantenernos hidratados y tener un bien rendimiento físico. La guía Alimentación, nutrición e hidratación del deporte española recomienda hidratarse antes, durante y después de la actividad deportiva.
Antes: Tomar dos horas previas a la rutina de ejercicios de 400 a 600 ml de agua.
Durante: Sorbos pequeños de agua en intervalos regulares.
Después: Para reponer los líquidos perdidos.
El líquido debe tomarse a temperatura ambiente y lentamente. Si el agua está muy fría podría ser contraproducente, provocando desde diarreas y/o vómitos hasta complicaciones mayores.
Lo más aconsejable es realizar la actividad física a primera hora o al atardecer, así evitaremos exponernos a golpes de calor, advierten los expertos.
Los especialistas recomiendan hacer ejercicio la primera hora del día si quieres mejorar el ritmo metabólico y fisiológico. Además, favorece la creación de un hábito y reducir el riesgo de que surjan compromisos imprevistos que posterguen la práctica deportiva para después.
Debe protegernos de la radiación solar y ser ligera para facilitar la evacuación del sudor. Utiliza protector solar y una gorra. El mercado ofrece una infinidad de opciones a precios accesibles.
El calzado es muy importante, también, para el entrenamiento, debe ser cómodo y acorde al ejercicio que pienses efectuar. Al igual que, el resto de las prendas. Por ejemplo, si quieres hacer ciclismo no es conveniente usar un pantalón ancho o zapatillas con pasadores.
Antes de ejercitarte evita las comidas copiosas, opta por un plato ligero que aporte mucha agua al organismo como ensaladas, frutas, verduras o zumos. No exageres con la fibra, podría darte gases o generar otro tipo de incomodidades.
Es más, comer un plátano antes de hacer deporte es una buena idea; ya que te dará la energía necesaria para realizar una fuerte rutina. Un poco de proteína también es una alternativa porque contribuye con la formación de músculos.
A la hora de ponerte en forma, escoge un ambiente fresco y a la sombra. De esta manera, no te caerá la radiación directa del sol y evitarás que la temperatura te cause calambres, náuseas, fatiga, dolor de cabeza, aumento de la frecuencia cardiaca, confusión, entre otras molestias.
Ten siempre a la mano, un recipiente con agua para que puedas hidratarte correctamente. No esperes a tener sed para beber un poco de líquido. Entrenar al aire libre ofrece múltiples beneficios: mejora la oxigenación, el estado de ánimo, etc.
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Cada persona debe ser consciente de su grado de tolerancia al calor adaptándose de manera progresiva a las altas temperaturas durante aproximadamente dos semanas. La hidratación y el empleo de ropa adecuada es indispensable.
Por lo general ejercitarse en ambientes interiores permite realizar rutinas más fuertes porque puedes concentrarte más en lo que estás haciendo. Al aire libre puedes distraerte y bajar el ritmo de la rutina.
Así también, puedes corregir malas posturas porque puedes verte en los espejos y obtener los resultados deseados en menos tiempo.
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