Con la temporada de verano muchos se disponen a disfrutar del tiempo libre y el sol, pero es necesario conocer las enfermedades que podrían perjudicarnos sino tenemos suficiente cuidado. Las elevadas temperaturas, el continuo contacto con el agua, entre otros motivos pueden ocasionar daños en nuestra salud y aquí te decimos como prevenirlas.
Es de vital importancia proteger correctamente tu piel en verano pues podrías sufrir de serias quemaduras o daños permanentes. Se debe usar bloqueador con factor de protección solar no menor a 30 y repetir su aplicación cada 2 horas.
También conocido como hongos, puede producirse en el cuerpo, como manchas blancas en la piel, o en los pies. Para prevenir esto, es necesario bañarse y cambiarse de ropa diariamente. En el caso del pie de atleta se recomienda usar zapatos holgados y talco antimicótico.
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Puede causarse por el consumo de alimentos fermentados por el calor. Provoca diarrea, gastritis y mala digestión. Para prevenir esta enfermedad debes evitar consumir alimentos en la calle si no estás seguro que estarán limpios. Además, debes lavarte las manos antes y después de comer.
Esta se produce cuando al bañarnos o sumergirnos en la piscina se nos queda agua en el oído. Si esta agua no estaba debidamente desinfectada podría causarte infecciones en el oído. Para prevenirla debemos evitar sumergirnos en el agua continuamente y limpiarnos bien los oídos al salir.
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Durante esta épica las infecciones urinarias son frecuentes, especialmente en las mujeres. Para evitarlas es mejor no quedarnos con la ropa de baño mojada durante mucho tiempo. Si ya contrajiste esta enfermedad lo mejor será mantenerse hidratado y acudir a un médico.
Con el verano aparecen más insectos y es probable que en algún momento de la estación suframos de alguna picadura que puede inflamarse y en los peores casos producir vómitos, mareos y fiebre. Para prevenirlos debemos usar repelentes o un dispositivo repelente si estos insectos se encuentran en tu hogar. Si ya ha sufrido de una picadura debes desinfectar la herida con amoniaco o cremas especializadas.
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