Un MILAGRO médico: NIÑO supera un cáncer raro que parecía IMPOSIBLE de tratar

El futuro de Malachi cambió cuando los médicos confirmaron un diagnóstico inesperado: leucemia linfoblástica aguda. Para su madre, Meghan Jenkins, la noticia fue demoledora. Los especialistas advirtieron que el pequeño podría no superar los tres años de vida. Pero aquel pronóstico inicial no marcó su destino. Tras meses de hospitalizaciones, quimioterapia y un complejo tratamiento, el niño dejó atrás el escenario más adverso y hoy lleva una vida activa y llena de metas, según informó 'CBS News'.

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La primera alerta surgió mientras Jenkins retomaba su jornada laboral. Su hijo, siempre enérgico y fanático de los Miami Dolphins, comenzó a mostrar señales que la inquietaron: cansancio extremo, tos persistente y un evidente deterioro físico.

Cuando Malachi vomitó y presentó heces negras, su madre decidió buscar ayuda urgente. El niño fue sometido a una batería de exámenes y conectado a distintos equipos para evaluar su salud. Una biopsia de médula ósea confirmó lo inesperado: era leucemia linfoblástica aguda.

Un diagnóstico grave que requirió intervención inmediata

La Sociedad Americana del Cáncer explica que esta enfermedad es poco común y afecta principalmente a niños pequeños. Cada año, alrededor de 6,100 diagnósticos se registran en Estados Unidos, según datos citados por 'CBS News'. El crecimiento acelerado de glóbulos blancos inmaduros desplaza las células sanas y afecta órganos esenciales, lo que coloca al paciente en una situación crítica.

En el caso de Malachi, el recuento de glóbulos blancos superaba por diez veces el valor normal. Esto obligó a iniciar la quimioterapia de forma urgente. El Dr. Julio Barredo, director de programas de cáncer pediátrico del Centro Oncológico Integral Sylvester, señaló a 'CBS News' que el niño ya se encontraba en condición delicada al ser admitido.

El tratamiento exigió su hospitalización durante el primer mes. La hematóloga pediátrica Dra. Aditi Dhir detalló a CBS News que esas primeras semanas suelen ser las más complejas. Hubo efectos secundarios, retrocesos y una rutina agotadora para la familia. Jenkins recuerda ese periodo como uno de los más duros de su vida: "Hubo días en los que ni siquiera pensé que iba a salir, pero tenía que hacerlo. Era estresante. Era deprimente estar ahí constantemente".

Con el paso de los días, los médicos comenzaron a ver la transformación: el niño recuperaba movilidad y energía. Dhir relató que lo vio correr en la unidad de cuidados intensivos una semana después del inicio de la quimioterapia. Barredo destacó que Malachi la toleró "tan bien como cualquiera podría haberlo hecho dadas las circunstancias".

El final del tratamiento y el comienzo de una nueva etapa

Una vez superada la fase inicial, y bajo una estricta supervisión médica, Malachi continuó su tratamiento en casa. Tomaba hasta ocho medicamentos diarios y acudía al hospital varias veces por semana. Posteriormente enfrentó la fase de mantenimiento, que se extendió por dos años.

En agosto de 2023, el pequeño tocó la campana que simboliza el fin del tratamiento. Jenkins lo describió como el cierre de una tormenta. Hoy, con 7 años, Malachi asiste a clases para estudiantes con alto rendimiento, aparece en el cuadro de honor y disfruta de sus pasatiempos: jugar con dinosaurios y camiones, alentar a los Dolphins y leer.

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Del mismo modo, Barredo explicó a 'CBS News' que el período de mayor riesgo de recaída ocurre durante el primer año posterior a la quimioterapia. Malachi superó esa etapa sin complicaciones, y también el segundo año. "Si lo miras, no se nota que haya tenido leucemia. A efectos prácticos, está prácticamente curado por ahora. Podrá hacer lo que quiera", afirmó Barredo a CBS News.

Aunque su sistema inmunitario aún se recupera, la familia mira hacia adelante. Jenkins espera que el futuro sea más amable. "Todo este proceso fue muy duro. Sigue siéndolo. A veces tengo momentos en que estoy en shock, como si no pudiera creer que hubiéramos pasado por esto o que esto siquiera hubiera sucedido", compartió.

"Pero hay una situación más positiva. No todas las situaciones tienen este desenlace. Pero hay desenlaces más positivos. Hay días más felices que simplemente estar en el hospital y estar triste", remarcó.