En 1971, Jeannine Gustavson, una estudiante de primer año, se topó con un alumno de último año e inmediatamente sus corazones quedaron conectados, sin embargo, el racismo muchas veces es más fuerte y la madre de Gustavson no podía ni siquiera pensar que su hija este con un "hombre de color".
Pese a todo, Steve Watts y Jeannine se veían en secreto ya que solo su hermano sabía de su relación. Sin embargo, ocho años después ella se dio cuenta que su amor mutuo ya no era suficiente y ella compartió: "Simplemente me derrumbe. No veía como íbamos a poder pasar tiempo juntos para fomentar la relación".
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Ella terminó rompiendo el corazón del hombre con el que pensó que llegaría a la vejez. Es sí que cargó la culpa y el arrepentimiento durante los siguientes 42 años de su vida. Ambos abrieron sus caminos, ambos se casaron y ambos se divorciaron.
“Lamenté lo que hice después de hacerlo, fue casi inmediato. Quiero decir, sabía que no debería haber terminado la relación de la forma en que lo hice, pero en ese momento no sabía qué más hacer”, explicó la mujer a KGW News.
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Habían estado un buen tiempo sin saber nada del otro, hasta que un día Gustavson se armó de coraje y empezó a buscar a Watts por internet hasta que llegó a una sobrina tras buscar información se enteró que él estaba en un hogar de ancianos a las afueras de Chicago, Estados Unidos.
Inmediatamente, escribió una carta y la envío al asilo, pero se enteró que Watts no podía responder a su llamada pues había sufrido dos derrames cerebrales que lo dejaron paralizado. Así que tomo la decisión de ir a buscarlo.
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Cuando llegó, miró a Gustavson a los ojos y la llamó por su nombre. "En ese instante, supe que él todavía me amaba, y yo todavía lo amaba, y esto iba a ser para siempre", dijo. Lloraron por más de una hora, pero sabían que su amor estaba intacto.
Después de seis días, Gustavson voló de regreso a Portland pero prometió que regresaría. Con la ayuda de su hermano menor, Tony Mathis, pudieron llevar a Watts a Portland para finalmente vivir felices para siempre. Desde que se mudaron juntos, Watts ha mejorado significativamente. "Ella me salvó la vida", dijo . "Si esto no es el cielo, está bastante cerca".
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