Santiago Antúnez de Mayolo nació el 10 de enero de 1887 en Aija, Ancash. Fue un hombre apasionado por las ciencias y la investigación. Estudió en el emblemático colegio Nuestra Señora de Guadalupe, donde le otorgaron la Medalla de Oro por sus altas calificaciones. En 1905 ingresó a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, a la facultad de Ciencias Matemáticas.
La vida del sabio peruano estuvo marcada por los ambiciosos proyectos que impulsó con el objetivo de que los peruanos gozaran de los beneficios de la modernidad, esa que había conocido cuando estudió y trabajó en Europa y Estados Unidos.
PUEDES VER: Machu Picchu: Santuario Histórico cumple hoy 40 años conservando una singular biodiversidad
Ingeniero, químico, físico y político, Antúnez de Mayolo se convirtió en 1943 en el único peruano nominado al Premio Nobel de Física, según la única lista oficial que el Comité Noruego ha difundido. Su nombre figura junto al del físico alemán Otto Stern, que ese año se llevó el famoso galardón.
El peruano forma parte del reducido grupo de 25 compatriotas que han sido considerados para un Nobel: 24 de ellos fueron nominados para los premios en Literatura y Paz, mientras que él fue el único en la categoría de ciencias.
En 1912, participó en el III Congreso Científico Panamericano en Lima, donde presentó su “Hipótesis sobre la constitución de la materia". Allí propuso la existencia de un “elemento neutro” en el átomo, con lo cual se unió a los destacado científicos Ernest Rutherford, Nobel de Química de 1908, y Louis Broglie, quienes también propusieron la existencia de esta partícula en 1920 y 1924.
Con esta partícula neutra se resolvía uno de los mayores acertijos de la física de ese entonces, pues algunos elementos no respondían a las leyes que se conocían sobre los átomos. Solo se sabía de la existencia de protones y electrones.
Ocho años más tarde, la existencia del “elemento neutro” fue confirmada en un experimento realizado por el inglés James Chadwick, quien ganó el Nobel de Física en 1934. Él llamó “neutrón” a la nueva partícula que descubrió.
Pero su idea sobre el elemento “neutro” no fue la única que, con los años, le valió un Premio Nobel a otra persona.
En 1934, el físico ancashino publicó el artículo “Los tres elementos constitutivos de la materia” en la entonces Gaceta de la Sociedad Química del Perú. En ella proponía la existencia de una partícula con las características del positrón (antipartícula del electrón), indica el químico Luis Valles Fernández en la revista de esta institución.
Dos años después, en 1936, la Academia del Nobel le entregó el galardón a David Anderson por el descubrimiento del positrón.