Desde que se descubrió el primer caso de coronavirus, este se ha propagado alrededor del mundo, llegando a contagiar alrededor de 300 mil personas. Los infectados son de toda nacionalidad y estrato social, y por ello, muchos gobiernos alrededor del mundo han decidido cerrar sus fronteras y establecer la cuarentena.
Esta medida de prevención ha perjudicado a turistas en todo el planeta, y a quienes se encontraban fuera de su país de origen para trabajar. Este es el caso de Julie Freundt, quien reveló que se encuentra en aislamiento en Argentina para evitar el contagio de COVID-19.
En conversación con un medio local, ella habló de cómo llegó a quedarse en el país sudamericano, y manifestó que, a pesar de que el consulado le dio la oportunidad de retornar, ella decidió no hacerlo para mantenerse aislada donde está.
“Me informaron del vuelo que salía hacia Lima. Como el pasaje que tenemos de regreso ya no vale, había que pagar 300 dólares. Yo vine por Lan y ellos mandaron un correo donde decían que si yo me sentía afectada podía cambiar la fecha del pasaje sin costo alguno, excepto algunos impuestos que el cambio implica”, dijo ella.
“Si me quedé es porque no quiero colaborar en transmitir el virus, no quiero ser un agente de transmisión sin saberlo. (…) Nadie sabe hasta dónde va a girar este tema. Si yo regreso a Lima ahora sería a casa de mi hermano, que es una persona de riesgo, tiene diabetes. Y no quisiera ponerlo en riesgo. Ni a él ni a nadie”, explicó.
“Decidí acogerme a lo que proponía Lan por un tema de cuidado personal y de los demás. Considero que debemos hacer una cuarentena donde quiera que estemos y para mí el avión es un espacio donde puede haber mucho contagio”, agregó.
Asimismo, contó que esta no era una decisión que había tomado sola. “He hablado mucho con mi familia, le he dado tantas vueltas al tema de quedarme y no regresar a Lima que estoy convencida que ahora que estamos en el pico del virus lo más conveniente es estar en un lugar seguro. Y aquí lo estoy”, señaló.
Y, no dudó en dirigirse a otros peruanos para dejar en claro que espera que esta situación cambie el cómo vemos las cosas. “Este virus debe despertar en nosotros la conciencia de solidaridad”, sentenció.
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“No se trata solo de decir me regreso porque quiero ver a mi familia. El trámite de transitar a través de un aeropuerto, entrar en contacto con personas que no sabes si son o no portadoras del coronavirus, subirse a un avión con mucha gente, es complicado y riesgoso”, manifestó.
“Esto nos tiene que dejar un aprendizaje. De valorar más lo que de verdad tenemos, que es la familia, amigos. Esto nos tiene que acercar. Aunque quizás a algunos los separe porque no estamos acostumbrados a una convivencia permanente y solo compartimos algunos momentos”, añadió.
Finalmente, dijo lo siguiente: “Nos hace tomar conciencia de mirar muy bien cuáles son nuestros límites de necesidad para no invadir lo que al otro realmente le urge”.