Desde que daba pataditas en la barriga de su madre, Alexander Astorayme Del Río, daba síntomas que lo suyo sería, con el correr de los años, las artes marciales. Y vaya que no se equivocó, pues apenas con siete años nació su vocación por el Karate, disciplina de contacto que después lo animó de aprender Muay Thai, deporte que entrenó un par de meses y Jiu-Jitsu, el deporte de vida que después le daría logros personales y para todo el Perú.
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"Mi madre (Nora) me llevaba desde mi niñez a las clases de Karate", confesó el luchador que hace poco le regaló al Perú una medalla de oro en la disciplina del Jiu - Jitsu. "Competí y logré campeonar en el Mundial de Jiu Jitsu 2018 de la organización CBJJE en Brasil, cinturón negro. Ya había competido en otros mundiales, la tercera tenía que ser la vencida", señaló emocionado Alexander, quien reveló cómo le ganó a su contrincante del país cuna del Jiu Jitsu. "Logré ganar con una "palanca" a la rodilla, que duró. Fue una gran experiencia gracias a mi preparación, nutrición, dedicación y mi maestro Caio Almeida".
Tras haber obtenido la medalla de oro, el deportista espera ser espejo de próximos campeones, sean niños y jóvenes. "Deseo que me sigan los pasos. Si pude ganar yo, también lo pueden hacer más luchadores peruanos".
Eso sí, la disciplina de contacto requiere mayor difusión, apoyo e inversión, pues no existe una Federación que los apoye. "Aquí cada uno baila con su pañuelo. Hay gente que no tiene medios económicos, pero desean entrenar de todo corazón", confesó Alexander, quien enseña en la "Academia Almeida Jiu Jitsu Perú", ubicadas en Surquillo, Chacarilla, San Luis, La Molina.
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