Una nueva alternativa a la morfina: científicos japoneses desarrollan fármaco sin efectos secundarios

¡Adiós al dolor! Un grupo de científicos de la Universidad de Kioto (Japón) ha creado un analgésico que transformaría por completo el tratamiento del dolor crónico. El medicamento, de nombre ‘ADRIANA’, ha mostrado en diversos ensayos clínicos mayor eficacia de lo esperado; incluso lo compararon con la morfina, ya que los pacientes que realizaron las pruebas no presentaron dependencia ni problemas respiratorios.

Este descubrimiento representa una posible solución ante uno de los mayores retos sanitarios de los sistemas de salud a nivel mundial: la crisis de los analgésicos. En este artículo, te contaremos toda la información sobre este sorprendente hallazgo científico.

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¿Cómo funciona "ADRIANA", el fármaco que sustituirá a la morfina?

El medicamento actúa mediante una ruta innovadora en comparación con otros opioides. En vez de generar adicción y dependencia en los usuarios, ADRIANA empleza una modulación de la noradrenalina, sustancia que el sistema libera ante situaciones de estrés, reduciendo la percepción del dolor.

Asimismo, gracias a la información obtenida, los científicos descubrieron que al bloquear los receptores conocidos como α2B-adrenérgicos, se puede estimular naturalmente la producción de noradrenalina, activando exitosamente los receptores del α2A, quienes generan el efecto del analgésico, sin dañar al sistema cardiovascular ni al organismo en general.

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¿Qué demostraron los resultados clínicos? Científicos responden

Luego de verificar la seguridad del fármaco en las pruebas con animales, el equipo de científicos empezó a realizar ensayos clínicos en humanos dentro de las instalaciones del Hospital Universitario de Kioto. Durante las fases I y II, "ADRIANA" fue administrada a voluntarios sanos, al igual que a pacientes diagnosticados con cáncer de pulmón. Para sorpresa de los investigadores, los resultados fueron prometedores en la eficacia del dolor y la tolerancia en el organismo.

Tras los resultados positivos, los científicos optaron por realizar nuevamente otro ensayo clínico; esta vez fue en Estados Unidos, donde participó la empresa BTB Therapeutics, compañía derivada de la misma universidad, especialista en innovación farmacéutica, con el objetivo de ampliar su aplicación a diferentes tipos de dolor, facilitando su acceso a personas con diferentes enfermedades.