Aspan: 600 panaderías cerraron el último año por alza de precios

El incremento de los precios de la harina, la luz, la manteca y el plástico hizo que 600 panaderías cierren el último año; es decir, 50 quebraron cada mes, porque continuar se volvió insostenible. En ese sentido, actualmente, en todo el Perú funcionan 16,000 panaderías según la Asociación Peruana de Empresarios de la Panadería y Pastelería (Aspan).

"Quisiera cerrar el negocio porque ya es preocupante. Es bien difícil mantenerlo, la renta del local es alta, felizmente hemos negociado con la propietaria, por eso nos mantenemos, sino hace rato hubiéramos quebrado, pero no perdemos la esperanza de reflotar. Vamos a esperar este año, si no funciona obviamente tendremos que cerrar", expresó Antonio Ostos, propietario de una panadería en el distrito de Jesús María.

Precios de los insumos para elaborar el pan se duplicaron

Cabe señalar que la producción de un kilo de pan cuesta entre S/7.5 a S/8, al público se vende a S/8.7 para no afectar la economía familiar; sin embargo, esto no permite conseguir ganancias, teniendo en cuenta que los insumos continúan incrementándose, refiere Pío Pantoja, presidente de Aspan.

“La harina costaba a S/85, ahora está a S/ 180, la manteca estaba a S/55, ahora está en S/120. Todo el incremento fue de un año. También subió la electricidad en un 25%, el aceite en un 100%, el azúcar subió en 150%, el alquiler del local y a eso subirle los envases que se compran para cumplir con los protocolos sanitarios”, aseveró.

A partir del 1 de mayo, el gobierno aprobó la exoneración del IGV del pan, para el vocero esto “es una burla” pues el mismo día también se incrementó la remuneración mínima vital, el petróleo y la luz, por lo que la medida no ha generado impacto positivo en ellos.

Panes más nutritivos

Como se sabe, una pieza de pan debe pesar 40 gramos, pero ante el alza de los precios, los panaderos lo redujeron a 20 gr. Y en otras regiones como Huánuco, se encontró de 16 gr. Reducir el peso, involucra menos ingredientes, menos gasto para el panadero, pero menos valor nutritivo para el público.

Por ello, se impulsa el uso de cereales andinos en la producción y reemplazar hasta el 30% de la harina de trigo por un sucedáneo (harina de papa, de camote, quinua, etc.), esto permitirá usar menos harina de trigo, pero darle más valor nutritivo al pan.