2021, otro año más en medio de la pandemia, pero con la muerte del líder de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, quien falleció el sábado 11 de septiembre tras encontrarse internado en el hospital de la Marina de Guerra por una neumonía bilateral provocada por la acción de un agente patógeno, según lo mencionaron en su autopsia.
El genocida dejó de existir a sus 86 años de edad, exactamente a un día de cumplirse 29 años de su captura en la casa de Surquillo, tras la operación realizada por los miembros del Grupo Especial de Inteligencia (GEN) para que luego sea llevado a la Base naval Del Callao y cumpla con su sentencia de cadena perpetua.
Entre los hechos de sangre que más se recuerda cuando se habla de Abimael Guzmán Reinoso o también llamado “camarada Gonzalo”, está la masacre de Lucanamarca, donde terroristas con machetes, cuchillos y armas de fuego decidieron aniquilar a toda una población de la provincia de Huancasancos, en Ayacucho. Un total de 79 campesinos murieron la tarde del 3 de abril de 1983.
Del mis modo, se nos viene a la mente el atentado en Tarata, ocurrido en 1992, mismo en que 37 coches bombas estallaron en Lima, dejando cerca de 50 ciudadanos muertos. Esta explosión en la concurrida calle miraflorina marcó un hito en nuestro historia como peruanos, ya que fue uno de los ataques más intensos de enero a julio del mencionado año.
Este guerrillero fue difícil de hallar para llevarlo ante la justicia, pero en un descuido del 12 de septiembre, a las 8:45 de la noche, Julio Becerra (Ardilla), agente del GEN, fue quien lo encontró escondido dentro de una habitación y le dijo los siguiente: “Si te mueves, te mato”, palabras con las que Guzmán, sabía que ya estaba derrotado.
Un día después de darse la exitosa 'Operación Victoria', el causante de varias muertes fue exhibido ante los medios de comunicación con un traje a rayas y dentro de un jaula que era resguardada por efectivos de la Policía Nacional del Perú y militares encapuchados con armas en mano que no permitían que nadie se le pueda acercar. Además, fue juzgado por una corte de jueces sin rostro que estaba bajo el régimen de Alberto Fujimori.
Se sabe que este hombre, nacido en Arequipa, no fue velado, mucho menos enterrado. El Gobierno de Pedro Castillo, tomó la decisión de llevarse a cabo un cremación en absoluta reserva y reguardo policial para evitar que sus seguidores realicen algún tipo de ceremonia en su nombre o le creen un altar con los restos de su cuerpo.
Con una reparación civil millonaria y cadena perpetua, fue sentenciado Abimael Guzmán por la Sala Penal Nacional, al igual que el 11 de setiembre del 2018. Ellos argumentaron que las decesos en la calle Tarata fueron calificados como delito contra la tranquilidad pública, terrorismo agravado y homicidio agravado.
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