Mejoremos la comunicación familiar

Compartimos la misma casa, compartimos experiencias, alegría y tristezas, pero a veces no compartimos la comunicación familiar. Ser familia y vivir todos juntos no siempre es sinónimo de una buena comunicación. Aprendamos a mejorar nuestra comunicación.

Confianza y empatía

La comunicación en familia debe basarse en la confianza y no en la sospecha. Todos deben saber actuar con empatía, lo que significa ponerse en lugar del otro tanto en el caso de los padres como de los hijos. Y con base en esa confianza familiar y esa empatía es lógico que cada uno mantenga y defienda sus criterios.

Para mejorar la comunicación familiar es indispensable tener paciencia, saber escuchar, tratar de no entrar en conflictos, interesarse más por los miembros de la familia, aprender a comunicar las emociones.

Comunicarse no solo consiste en intercambiar palabras entre los miembros de la familia, tiene más que ver qué decimos, cómo lo decimos, por qué, cuándo y el significado real de las palabras.

El lenguaje no verbal también juega un papel primordial, puesto que este lenguaje junto con el verbal se deben fusionar.

Escuchar, comprender y respetar al otro es primordial

En las familias el escuchar es tan importante como el decir las cosas.

Si aprendemos a escucharnos unos a otros, a comprender las actitudes, pensamientos, sentimientos y miedos de nuestros seres queridos la comunicación será mucho más fácil.

Asimismo, el respeto es primordial en la relación familiar. Sin respeto no hay empatía, comprensión y por ende la comunicación fallará.

Comprender a los demás y expresarnos con cariño y afecto debe ponerse en practica todos los días.

Es importante buscar momentos en los que poder compartir entretenimiento. Esto genera unión, no solo física sino también vivencial, evitando así el aislamiento de los componentes de la familia.