¿Qué tipos de cáncer de piel existen y cómo identificarlos a tiempo?

El cáncer de piel | El cáncer es una enfermedad en el que las células del organismo se empiezan a multiplicar sin que podamos tener algún control. En el caso que este mal se origine en la piel, se le llama cáncer de piel. A continuación conocerás los detalles sobre el cáncer de piel, quiénes son las personas que tienen un riesgo más alto de padecerlo, qué lo causa, entre otros aspectos.

En la actualidad, algunas personas cuentan con un riesgo más alto de padecer cáncer de piel en comparación a otras, pero este cáncer le puede dar a cualquiera.

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Dentro de la nota:

• ¿Qué tipos de cáncer de piel existen?
• ¿Cómo identificar el cáncer de piel a tiempo?

¿Qué tipos de cáncer de piel existen?

Los tipos de cáncer de piel más comunes son: el carcinoma basocelular y el carcinoma espinocelular. Estos cuentan con altas probabilidades de curación, sin embargo, pueden llegar a causar desfiguración y el tratamiento suele ser costoso. Existe un tercer tipo de cáncer de piel más común, el melanoma, este es el más peligroso y es el causante de mayor cantidad de fallecimientos.

¿Cómo identificar el cáncer de piel a tiempo?

Para identificar la enfermedad a tiempo, tenemos que estar alerta a los siguiente rasgos:

• Áreas planas, firmes, blanquecinas o amarillas, parecidas a una cicatriz.
  
• Zonas rojizas y elevadas que podrían causar picazón.
  
• Abultamientos pequeños translúcidos, brillantes y nacarados en tonos rosados y rojizos que podrían tener zonas azuladas, amarronadas o negras.
  
• Crecimientos rosados con bordes elevados y una zona más baja en el centro, que podrían tener vasos sanguíneos anormales que se esparcen como los rayos de una llanta.
  
• Llagas abiertas (que podrían tener zonas supurantes o con costras) que no sanan, o que vuelven a abrirse después de haber sanado

• Zonas ásperas o rojizas y descamadas, que podrían formar costras o sangrar.
  
• Crecimientos o bultos elevados, a menudo con un área hendida (más baja) en el centro.
  
• Llagas abiertas (que podrían tener zonas supurantes o con costras) que no sanan, o que vuelven a abrirse después de haber sanado.
  
• Crecimientos similares a verrugas.

• Cualquier mancha nueva

• Cualquier mancha que no se ve como las demás manchas de su cuerpo

• Cualquier llaga (úlcera) que no se cura

• Enrojecimiento o una nueva hinchazón por encima del borde de un lunar

• Coloración que se propaga del borde de una mancha hacia la piel de alrededor
  
• Picazón, dolor o sensibilidad en una región de la piel que no cesa o que resurge constantemente.
  
• Cambios en la superficie de un lunar: supuración, descamación, sangrado o surgimiento de algún abultamiento o protuberancia