Coronavirus: El impacto del aislamiento en adultos mayores

En este tiempo de aislamiento social, todos los que estamos encerrados en nuestras casas empezamos a sentir aburrimiento, fastidio o ansiedad. Muchos pasamos este aislamiento con nuestros familiares o solos, sin ser del grupo de riesgo del COVID-19 (al menos hasta ahora). Pero hay gente, como los adultos mayores, quienes no solo deben lidiar con el temor de contagiarse y que sus cuerpos no lo resistan, sino, también deben cargar con su soledad y el olvido.

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TENER EN CUENTA

Seamos conscientes de que la persona que es aislada suele sufrir, además del propio temor a estar infectada, frustración, aburrimiento y temor por la pérdida económica que puede conllevar.

El aislamiento social puede llevar a causar angustia y depresión en este sector de la población tan sensible. “La disminución significativa de las actividades y rutinas cotidianas, una baja estimulación sensorial y una disminución del contacto social pueden alterar su estado anímico”, explicó Alba Pérez, profesora de psicología de la Universidad Oberta de Catalunya.

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Por eso mantener la comunicación con los familiares y amigos también es clave. Hay que llamarlos, preguntarles cómo están, qué sienten y darles tranquilidad.

¿QUÉ HACER SI ESTÁN SOLOS EN CASA?

Un enemigo del aislamiento es la inactividad. Por eso es importante que planifique sus tareas cada día. ¡Ojo! Eso no significa salir y exponerse solo porque sí. Siga sus rutinas de cada día como respetar el horario de levantarse, de irse a dormir, el de las comidas, el aseo. Si tiene teléfono aproveche y llame a sus hijos, nietos, a sus amistades, hablen de diferentes temas que lo distraigan, cuéntense chistes. Recuerde que un buen estado de ánimo fortalece las defensas. Aproveche el internet para hacer videollamadas, créese un grupo de WhatsApp con sus amistades, navegue por la web, vea tutoriales de algo que le guste. Haga ejercicios en casa o manualidades.